Cuento Talento

Persecución sombría

Podía sentir la adrenalina correr por todo su cuerpo, lo había hecho de nuevo. Sintió la satisfacción y ese sentimiento adictivo que todavía no podía explicar pero del cualsiempre quedaba insatisfecha. Ya iban tres, todas habían sido metódicas y había pasado semanas observando. Había algo en contemplarlos y estudiarlos que se sentía bien. Se deleitó con la memoria de lo quehabía pasado una ultima vez hasta que decidió partir, no sin cerciorarse de no dejar rastro alguno. Se lo merecía.
Paso los próximos días buscando a su próxima víctima, esta vez el deseo por sentiraquella satisfacción incrementaba, lo quería ya. Esta era diferente, ella lo sentía. Debía ser diferente, tenía que ser más rápida. No tuvo tiempo para observar y analizar esta vez, el hambre por aquelgozo la cegó. Su ansiedad incrementó cada vez más, hasta que por fin llego el día que tanto anhelaba.
Era de noche, podía sentir la brisa en su piel mientras caminaba a su destino; no tenía fríopuesto que hacia un poco de calor, se acercaba el verano. Todo esto no le significaba importaba, ella solo estaba enfocada en lograr su cometido y liberal esa presión que se había estado acumulando desdela última vez, volver a experimentar esa felicidad y ese instante en que nada más en el mundo era significante.
Había escogido una presa fácil, se las arregló para atraerlo muy fácilmente y encuestión de minutos estaban solos en una calle aislada. Se excitó al ver los ojos de su víctima llenos de miedo, esa era una de las cosas que la llenaba; saber que estaba en control y que nada en ese momentola haría sentir inferior, algo que había sentido toda su vida.
Su madre había muerto al nacer, los doctores decían que el parto generó demasiado estrés en su corazón y no pudo más, pero eso no era loque su padre creía quien despertó en ella un sentimiento de odio tan profundo que no la dejaba pensar de forma racional. Tenía cicatrices del abuso por todo su cuerpo, al cumplir dieciocho...