Cuento a imaginar
-“Recuerda que debes terminar tu sopa antes de poder salir.- Le decía la vieja abuelita de cabellera blanca a Sunshine mientras le acercaba la cuchara llena de sopa de verduras a la boca. Sunshine se negó a probarla, pero entonces recordó que tenía que tomar el té con su mejor amigo y confidente: Terry, su pequeño oso-león de peluche. Entonces tomó valentía y ledio un gran sorbo a la sopa, saltó de la silla y salió al jardín a tomar el té.
Los abuelitos de Sunshine la miraban todos los dias preocupados porque la niña no tenía un solo amigo que no fuera un peluche.
En ocasiones, Serena iba a visitar a su prima Sunshine y recordaba como de pequeña ella era igual. –“Seguro es de familia”- pensó ella. También le hacía compañía su novio, Sano,quien era muy tímido con los abuelos de Serena pero era muy cercano a Sunshine.
Sano tenía un collar, que él lo consideraba muy valioso porque se lo obsequió su novia. Pero Serena se lo regaló con la intensión de que lo cuidara el collar a él.
-“Ven Kassie, ven, ven... ¡Levántate, no seas floja!- le gritó Serena a su mascota, una pequeña y regordeta gata. Era una gata muy floja y a Sanole disgustaba mucho porque nunca le habían gustado los gatos.
Cierto dia, Sano invitó a Serena y a Sunshine a dar un paseo por una reserva ecológica llamada “El Bosque”.
Muy poca gente visitaba ese lugar, ya que se decía que estaba encantado. Para Sano solo eran patrañas. Serena llevó a Kassie y Sunshine a Terry.
También decidieron acampar en ese lugar.
Al llegar, sepercataron de que era un lugar muy grande y que olía muy bonito: el olor de los árboles era encantador, el cantar de los pájaros y la fuerte luz del sol, pintaban un lugar perfecto.
Llegó la hora de la comida. Llevaron ensalada y algunos emparedados. También algunos dulces y galletas de chocolate.
-“Sano, ¿puedes pasarme la comida de Kassie, por favor?- Dijo Serena.
-“¡Ah! ¡Tenías quetraer a esa repugnante bola de pelos!”-
-“¡No le llames así!... Es adorable”- Dijo Serena mientras Sano maldecía a la pobre gatita.
Sunshine terminó de comer y se fue a correr entre los árboles junto con la gata.
-“¿No te molesta que Sano siempre esté renegando en tu contra?”- Dijo Sunshine mientras acariciaba a Kassie.
-“No tanto. Él me desagrada también y si pudierahablarle también le dijera lo mucho que me desagrada su presencia.”-
-“Ya lo veo. Lo bueno que Serena te cuida de él.”- Dijo Sunshine entre risas.
De pronto, vieron pasar una ardilla y fueron tras ella. Se empezaron a adentrar más en el bosque.
Empezó a atardecer y el sol comenzaba a ocultarse. Sunshine aún no volvía a su casa de campaña.
Sano y Serena empezaron a buscarla muypreocupados.
-“¡Mira Kassie, una casa!”-
-“Yo... yo... yo creo que es mejor que regresemos Sunshine; no se mira segura”-.
-“¡Ah! Yo quiero ir, quiero ir”- Decía Sunshine caprichosamente.
-“Mañana vendremos, cuando la luz del dia esté presente y vengan Serena y su novio con nosotras, ¿de acuerdo?”- propuso Kassie. Sunshine no tuvo de otra más de aceptar.
Volvieron ala casa de campaña donde Serena estaba muy preocupada y Sano no estaba puesto que las estaba buscando.
Sunshine le contó lo que vieron y Serena no quiso escuchar. No creyó en ella y le dijo que su imaginación ya había ido muy lejos.
A la mañana siguiente, Serena despertó y no vio a Sano. Se dio cuenta de que no había regresado en toda la noche.
-“Niña, niña despierta. Iré a buscara Sano. No quiero que salgas de aquí por nada del mundo”-. Al terminar de decirle esto a Sunshine se vistió y salió en busca de Sano.
Serena estuvo buscando a Sano toda la mañana y no lo encontró. El bosque era muy largo, así que decidió regresar con Sunshine esperando encontrar a Sano en ese lugar.
Llegó y sólo encontró a Sunshine hablando con Kassie.
-“¡Serena! Yo sé donde...
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