Cuento

ALUMNO: DAVID MALACATE BLANCO Grupo 3- Primaria - V Semestre Universidad Pedagógica Nacional
Acapulco, Guerrero a 18 de Diciembre de 2010
METANOIA
Género Literario: Cuento

¿Cómo entender la vida? ¿Por qué gran parte de ella la empleamos en entenderla para poder disfrutarla, y cuando al fin empezamos a tomarle gusto tenemos que morir? ¿Qué injustoresulta todo esto?

De pronto, siento una mano sobre mi hombro derecho que corta mis ensombrecidos pensamientos sobre la existencia humana.

_ Ya puedes pasar a verla. Está en el tercer piso, cama 342.
_ Gracias Doña Laura.
_ Gracias a ti José, por haber venido.

Con paso lento cruzo la puerta de cristal que da hacia los hospitalizados. Muestro el pase de visita al vigilante, que con una miradaacusadora de custodio carcelero, confirma con un movimiento de cabeza mi entrada. Me dirijo a los elevadores que están a unos diez metros de la puerta. La mezcla de olores: cloro, alcohol, formol y medicina característico de todo hospital; así como el frío del aire acondicionado; me da una sensación de melancolía, cual si fuera regresando de un sepelio en actitud de reflexión profundacuestionado por el gran misterio de la muerte.
Me coloco frente al elevador esperando el momento de su apertura, de pronto me veo rodeado de gente en actitud de espera frente al asensor. Cuando de pronto en un pasillo cercano surge la imagen de tres camilleros llevando a un tipo bañado en sangre, casi destazado. Mi ritmo cardiaco se acelera ante alarmante escena subiendo mis niveles de adrenalina. Entrelos comentarios de los camilleros alcanzo a escuchar que lo machetearon en una riña de cantina entre borrachos. Irremediablemente pienso que es una forma demasiado estúpida morir de esa manera ¡ sólo por unos tragos de alcohol !. Quizás valiera la pena tal sufrimiento por una causa justa, por defender la verdad o por amor, ¿Pero por unos tragos de alcohol?
El tono del elevador rompe mi atenciónde la escena del destazado. Al abrirse el elevador, sale de él un grupito de enfermeras jóvenes parloteando de coqueteos y doctores. Lo excesivo de sus maquillajes y los aromas penetrantes de sus perfumes que me producen nauseas, me hacen olvidar por un momento el lugar en donde estoy despertando mi líbido, lo cual estimula mis sentidos al grado de oler las hormonas seductoras que destilan porcada uno de los poros de su piel. Camino para entrar al asensor e instintivamente volteo a ver a las enfermeras bloqueando la puerta del elevador sin darme cuenta. La forma cadenciosa y coqueta de caminar de las enfermeras hace que me imagine una pasarela de lencería, ya que sus pantalones blancos de tela muy delgada, transparenta su ropa interior, por lo cual podrías percibir quien de ellas erala más santurrona y quien la más atrevida y liberal.
De repente una voz molesta y ronca de señora mal complacida por su esposo me hace volver a mi realidad, _ Hey chamaco deja de bloquear esta chingadera, decídete si te vas o te quedas.
Molesto por el comentario me introduzco al asensor y en mi mente empiezo a confabular contra aquellas enfermeras. _ No es posible que mientras sus pacientes esténangustiados con sus dolores, ellas se la pasen chismorreando por los pasillos ¡que insensibilidad!
Al llegar al segundo piso, se abren las puertas del elevador, el cual se vacía, quedándome solo. De pronto entran dos enfermeras de edad adulta, macilentas y de aspecto descuidado, cuál si fueran dos morticias deambulando por el hospital como almas en pena. Sus rostros expresaban el cansancio y elfastidio de un trabajo rutinario. Mi pensamiento insatisfecho por todo lo que veía, sólo lanzo un poco de lastima por sus pacientes que en vez de infundirles esperanza de sanar, creo que al verlas se imaginaban que estaban en la antesala de la muerte o peor aun en la antesala del mismísimo infierno.
Por fin llegue al tercer piso, me dirijo hacía el modulo de información. Me atiende un doctor...