Cuento

ÚLTIMO AL ARCO

Se llamaba Rafael. Era del barrio sur, hijo de inmigrantes. Le decíamos gallego, hasta que adquirió otro mote: “Faina”. Fainá fue un apodo de la adolescencia. Cuando la barrade amigos se juntaba en un bar, pedíamos
“pizza”. El gallego, invariablemente decía: “Para mi, fainá”. Y le quedó ese mote, nomás.
Jugaba bien al futbol y al basket. Se creía el mejor. Sesaludaba y codeaba con jugadores profesionales, pero él solo jugaba entre amigos. Cuando se armaba un partido, siempre había alguno que gritaba “Último al arco”. Y el Fainá replicaba: “No ves que yacanté, gil de cuarta”. De esa forma, el Fainá postergaba para último momento, la tarea menos grata, para él, para todos, la de jugar de arquero.
Peor era en la cancha del club: Gimnasia y FútbolSala, lunes, miércoles y viernes, de 19:30 a 22:00 horas. En el gimnasio, la concentración de gente en ese horario era enorme. Tanto, que para manejar esa población de deportistas, pusieron dosprofesores. El “Patria” y el “Chelo”. El Patria era el mayor, en su juventud, había levantado pesas. Por ser el mayor, era el que llevaba la batuta; el Chelo siempre estaba de acuerdo. Trabajaban “enequipo”, como quien dice: Al comienzo, gimnasia, del tipo alemana, pero de la primera mitad del siglo XX, contracturante, con mucha carga de abdominales, lumbares, y mucho ejercicio de fuerza de piernas,sin intervalos de recuperación. Todo a ritmo frenético.
Había una norma no escrita, pero por todos conocida: “El que no completaba la hora de gimnasia, no podía jugar al futbol sala.”. Losdiscípulos más experientes, hacían cebo durante esa hora de gimnasia. O sea, aplicaban la ley del “mínimo esfuerzo”, ya para abdominales, piernas, o lumbares. Y “sobrevivían”. Los que intentaban cumplircon la rutina de buena gana, se retiraban a la ducha, entumecidos, acalambrados…
A continuación, con los que quedábamos, se armaban los partidos: Primera serie: Diez jugadores elegidos por...