Cuento
Todo comenzó en una fría tarde, en una costa al éste de California y una muchacha, llamada Elizabeth, caminaba con su novio, muy aferrada a él por la borrasca que había en el atardecer. -¡Vaya!, no pudimos disfrutar del ocaso –dijo Elizabeth con una voz temblorosa mientras continuaba caminando a lado de su novio- Bueno creo que no debimos salir hoy-Dijo su novio que miraba hacia el horizonte un poco serio- ¿Te sucede algo, hoy no has estado tan cariñoso conmigo como antes? –Elizabeth trataba de mirarlo a lo ojos pero su novio, John siempre evadía su mirada- Hemos sido novios por casi un año y siempre nos contamos todo. –Elizabeth le replicaba, mientras iban camino a su casa, John se mantuvo firme en no querer contestarle nada; una nube negra seposo sobre el cielo y empezó a llover, Elizabeth lo jalaba del brazo y éste irónicamente sonreía y volteaba a verla. Pasaban los minutos y ellos seguían caminando entre las gotas de la tormenta que rompían el silencio que había entre ambos, hasta que después de recorrer un largo sendero llegaron a la casa de Elizabeth y ella volvió a preguntarle justamente cuando estaban en la puerta de su casapero esta vez le dijo un poco triste- No puedes o no quieres decirme qué es lo que te pasa- dio un leve suspiro y John con lágrimas en los ojos le dijo- Eli, debemos terminar, no puedes estar cerca de mí, llegará un momento en el que te puedo hacer mucho daño- Elizabeth comenzó a llorar inconsolablemente, abrió la puerta de su casa y entro, cerrándole la puerta en la cara a John. Se fue a surecamara, se puso a escuchar música desde su mp3, hasta que se quedo profundamente dormida, pasaron las horas y se levanto a las 9:30 de la noche, la lluvia no cesaba y Elizabeth se asomo por la ventana, empañando el vidrio con su aliento, unos instantes después de que se levantó su madre la llamo para que fuera a cenar– Hija es hora de cenar -Ella apresuradamente, le contestó –Ahora voy mamá- Se quitolos audífonos y rápidamente bajo a la cocina, como si el acontecimiento que había ocurrido no le hubiese afectado en nada. Al llegar al comedor tomo un pan de una cesta, su madre le sirvió una taza de té y tranquilamente se sentó a la mesa a cenar; en las horas de la comida la charla era muy amena entre su familia, así que no hubo preguntas esa noche para ella, después de cenar regresó a surecamara dispuesta a dormir.
A la mañana siguiente, sonó su despertador, esperó unos 5 minutos para levantarse de la cama, después se levanto entro al baño y tomo una ducha, se alistó para irse a la escuela, tomo el lonche que mamá le había preparado, el cuál tenía una nota que decía: “Llegaremos tarde del trabajo, Te queremos. Papá y Mamá.” Reviso las loncheras de sus otros hermanos y tenían la mismanota. Salió de su casa al cuarto para las 8 y el autobús escolar ya le estaba esperando, lo que ella no sabía es que al poner un pie dentro del autobús, podría cambiar el resto de su vida. En cuanto entro al camión el único asiento vacío que quedaba era junto a un chico que ella jamás había visto, y es aquí donde inicia una aventura que será para ella inolvidable; Elizabeth se disponía a sacar sudiario para escribir, a lo que el chico le pregunta- ¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí? –ella le responde- Pues si desde que tengo uso de memoria… -Suspira y con un poco de dificultad, comienza a escribir su diario- Por cierto me llamo Alan –dijo el chico con una sonrisa paulatina que se dibujaba en su rostro- Yo me llamo Elizabeth –Ella sin ponerle mucha atención, seguía escribiendo su diario-Acabo de llegar la semana pasada y pues hasta ahora no he tenido ningún amigo espero poderme la llevar muy bien en la preparatoria con todos ¿en qué grado vas? –Dijo Alan muy entusiasmado por saber la respuesta y ella un poco desesperada le contesta- Voy en sexto y no quiero ser grosera contigo pero estoy un poco distraída y al parecer no lo has notado. Ok entonces… -Dijo Alan sin poder terminar...
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