Cuento
Cuando prendí la luz, me asuste -oh por Dios, era el espejo del frente de mi cama; estaba tan despelucada y empujar lo que está colgado no me causaimpresión.
Llega la Doc. Y me dice con asombro:
Raquel y porque no avisaste a alguien, sal de aquí.
Doc. pues tengo que vestirme.
Raquel sal en pijama. Le decía envoz baja.
¿Qué le paso a Federico? A él no le gustaba verme en pijama.
Se suicidó, se ahorco.
Oh, por Dios tengo que peinarme, pa’ sentarme a rezar.
Solo porser como es, solo por tener esas intenciones negras de abusar de cuanta paciente se encuentra en frente; detestaba las pijamas solo le gustaba admirar la desnudez yel Doc. Siempre pensaba que nos arrancábamos las ropas.
Una vez se me tiro encima, y pues me destrozo el cuerpo, me dolió tanto ese momento… -Maldito, parada en unaesquina del cuarto y hablando en susurro.
Y que más te hizo Raquel?
Raquel, Raquel… Perdimos contacto.
Quizás ese silencio, o mejor dicho, esa ausencia desonidos, más allá del crujir de oxidadas bisagras y del aleteo esporádico de alguna paloma que ha hecho de este lugar su hogar, es lo que otorga a este edificio un aspectotan lúgubre y macabro.
-Son las 6 p.m. debemos salir cuanto antes, la oscuridad les atrae y me contaron que en las noches se escucha a Raquel gritando por lospasillos, mirando por las ventanas, y se ve un hombre detrás de ella, es quizás su verdugo.
-Tiempo atrás se dice que vieron un cuerpo tirado en el patio de San Benito;ese mismo día que Federico se ahorco, la ventana estaba abierta, y la Doc. Que era paciente de San Benito tiro a Raquel desde el último piso de su cuarto.
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