Cuento

Una fría neblina llegaba desde la Bahía atravesando los bosques, esa noche. No me acuerdo muy bien cómo llegué ahí.
Cuando estaba sentado bajo un árbol, pensando cómo volver, a dónde ir, un hombreapoyó su mano en mi hombro. Automáticamente, sentí un escalofrió en todo el cuerpo. El hombre más asustado y agitado que yo, me confesó que alguien lo seguía, quería matarlo. Yo sin seguir entendiendola situación, decidí ayudarlo, creo que ver en el estado que estaba el hombre y su voz angustiante, me hizo tomar esa decisión.
Juntos fuimos al muelle, era el único punto que podía definir, a mialrededor todo era arboles. Luego de haber estado caminando por un largo tiempo, ninguno sin decir nada, el hombre movió la cabeza con lentitud, sonriendo y sudando. Yo deje de caminar, esa acción mehabía hecho pensar ¿Qué estaba haciendo con el extraño hombre? ¿Quién era?
Al llegar al muelle había un bar muy precario, al ver eso sentí alivio, pero no teníamos plata ni para una cerveza. El viejoen la barra, muy amable y viendo nuestro aspecto, nos invito una a cada uno. Después del segundo sorbo, el extraño empezó a temblar y mirar su alrededor, empezó a decirme al oído vinieron, meencontraron, ahí están, voy a morir. Yo me di vuelta, miré hacia la puerta, no había nadie.
Empecé a pensar si ese hombre no era un loco. Seguía repitiendo lo mismo pero cada vez más fuerte. El viejo en labarra llamó a un vigilante de la zona para que se deshaga del loco. Estaba trabado el hombre, un disco rayado, no paraba de decir, me encontraron, voy a morir.
Al llegar el vigilante, le cuento quehabía sucedido. Ambos pensamos en un plan para poder llevar al loco a alguna guardia. Como yo no conocía el lugar, el hombre manejaría. Aproveche esta situación para que me guie, así podría volver a milugar.
El loco ya estaba delirando historias sobre piratas y tesoros escondidos. Le comente de una historia sobre un pirata que había escondido unas joyas cerca del pueblo y que el vigilante sabía...