Cuento

Números 35:33
Así que no contaminaréis la tierra en que estáis;
porque la sangre contamina la tierra
y no se puede hacer expiación por la tierra por la sangre derramada en ella,
excepto mediante la sangre del que la derramó.

Era cualquier día, cualquier hora en la tarde, el sol todavía existía allá arriba en su trono, era unatienda cualquiera, yo iba por mi quinta cerveza y esperaba que fuesen más en lo que restaba de ese día. Hace unas horas mi visita al médico duró menos que otras veces, mi problema sigue igual, yo creo que peor, pues mis arritmias son cada vez más frecuentes y que decir de lo complicadas cuando la noche trae toda su baja temperatura y de paso mi bajo ánimo, qué se le va a hacer, empeorar, es loúnico.

Bebo mi cerveza complacientemente, hay otra mesa ocupada por un par de amigos que charlan tranquilos. No creo que demore en llegar Liliana, como dije, las cosas van a empeorar, su tono cuando me llamó no auguraba buenas nuevas, nuevas sí, pero nada de buenas. Pido otra cerveza;

-atiende usted acá solo, le pregunto al de la barra.
-sí, en días como estos estoy acá solo.
-no llega a hacerun poco pesadumbroso, lo menciono abiertamente. El sin embargo, suelta una tranquila sonrisa.
-para nada amigo, me dice, me agrada lo que hago, además tengo mi espacio, mi música, de cuando en vez puedo confiarme con alguna buena chica y bueno, recibo buen dinero.
-mucho?, interrumpo
-al menos el suficiente para estar tranquilo.
-creo que empiezo a envidiarlo.
Vuelve a reír, esta la invitoyo, y destapa dos cervezas. La recibo sin objetar.
-salud, digo. Y él brinda conmigo.

En cuestión de segundos llega Liliana, apenas si me saluda. Le invito a sentarse pero ella prefiere pasar a una mesa. Nosotros no es que seamos precisamente pareja, pero casi nos comportamos como tal, a la final nos tenemos mucho el uno al otro; esto más por parte de ella que parte mía. A veces eso lograhacerme sentir como una gran mierda, quién iba a pensar que habría algo capaz de hacerme sentir todavía peor, ya vemos que nunca estamos preparados para aquello que la vida se le ocurre darnos, ah! destino, destino, inevitable.

-quieres tomar algo, le digo.
-una coca cola, y por favor deja a un lado tu discurso del azúcar.
No dije palabra alguna, aparte de que tenía razón, no quería en realidadmolestarla más de lo que ya estaba. Pedí la coca cola y una cerveza más.

-y bien, qué es lo importante que tienes que decirme Liliana
Creo que buscó parte de la respuesta en su coca cola, levantó su mirada y dijo
-estoy embarazada. Y acto seguido bebió de su gaseosa.

Me miró esperando mis palabras, unas que no salían y yo las mantenía ahogadas con la cerveza. De repente casi que me fuimentalmente, no estaba asustado, sólo que su noticia hizo que escapara.
-qué piensas, me dijo. Levanté mi irada hacia ella fijamente.
-anoche tuve un sueño, comencé
-de qué hablas esteban, me dijo en tono como molesta.

-anoche soñé que estaba en una montaña, continué, era un lugar muy extraño, estaba solo, había gente pero yo no les conocía, había un bosque de bambúes altos, se podía ver muybien entre ellos, pero por más que quisiese salir, era como si se alejara más de mi la posibilidad, nadie me ve, supongo que como no me conocen pues no me determinan; eso me asusta en verdad. De repente estoy corriendo por el bosque, alguien desde un carro me dice que los alcance y suba, que me puedo ir con ellos, yo hago lo que me dicen, quiero salir de allí, me siento muy solo y casi va llegar lanoche. Finalmente alcanzo el carro y estoy subido en él, no sé cómo logro hacerlo pero estoy en él y voy algo más tranquilo porque finalmente estoy abandonando ese lugar. Luego despierto.

-pero esteban, eso qué viene al caso, no escuchas lo que te digo. Estoy embarazada.
La miro directo a los ojos. Termino mi cerveza y pido otra. Ella no sabe si mirarme, ahí estamos, no sé si los tres, creo...