Cuento

“PEOR NO UBIERA SIDO”
Rápido- que no tenemos todo su tiempo- exclamo Abel, el cual miraba postrado en el taburete al lado de la roca enfrente del dos mozos trabajando - ¡Bien! ya que veo que esta gente es incompetente lo haré lo mismo- Abel era un hijo mas de don Eduardo el grande el mejor y por supuesto el monarca de la cuidad, vivía con su padre sus hermanos y por desgracia su madre habíamuerto hacia quince años después de dar a luz a su ultima hermana Andrea.
Los tres estaban acostumbrados a la buena vida buenos lujos y buenas cosas, cuando Martin el hijo mediano hermano de Abel se encontraba jugando y correteando palomas en el corredor principal de aquella la finca más bonita que existía a los alrededores y por supuesto era de ellos, Andrea como siempre peinando su largo, brillantey negro cabello se reposaba frente a la fuente esperando que esta algún día la diera la respuesta de cómo hacer que su cabello fuera tan brillante como el sol. Y por supuesto al último Abel el mayor de los hermanos el cual buscaba la felicidad pero no sabía cómo, soberbio altanero y como todo joven que lo tiene todo, carácter bufón pero en fin todo lo que deseaban los jóvenes era concedido por supadre, que a diferencia de ellos era el ser mas bueno y noble, por algo había llegado a ser monarca de la cuidad por su amable consideración y su grande corazón.
Abel como siempre disfrutaba mucho mas de las cosas exóticas que podía obtener mediante la caza, semana atrás semana se dirigía en busca de nuevas presas , aves, frutos y semillas que solo él podía comer y conocía muy bien, su aficiónlos venados, los consideraba los animales más bellos, le fascinaban pero nunca había podido cazar uno.
¡Como puede ser posible!- se regateo a sí mismo- siendo yo el gran cazador hijo de Don Eduardo el mejor sin duda no puedo creerlo necesito atrapar uno para demostrarles quien es el mejor y por supuesto ¡yo lo seré!
Y como rayo apareció frente a sus ojos el más hermoso venado que jamás hubieravisto, brillante de pies a cabeza, hocico perfectamente delineado ojos aceitunados y profundos que diría que veían todo el horizonte, prominente estatura y piernas tan fuertes que romperían lo que se les atravesara, Abel lo miro perplejo, perdido y pensó que no era real hasta que una corriente de aire la paso por el oído.
Se había ido el venado se fue corriendo trato de alcanzarlo y cien metros decarrera después se dio por vencido, lanzo su red construida con bejucos de arboles extravagantes pero ni así logro derribar aquel semejante animal. Derrotado se dirigió a un peñasco que alcanzaba el cielo llorando, llorando y llorando miro al sol pero de repente algo pazo una llamarada lo deslumbro y como si no estuviera ahí lo envolvían entre ella el calor seco las lagrimas de Abel el miraba peroera demasiado el brillo que lastimaban sus ojos.
¿Qué te pasa pequeño príncipe? - ¿príncipe? – se pregunto Abel no lo llamaban así desde que él lo había prohibido- se dio cuenta de que era el sol quien le hablaba.
Nada-dijo el aun impactado- ¿entonces? ¿Por qué lloras?- no es nada te digo- dime cuéntame ya quizás yo pueda ayudarte.
Abel respiro- que pasa es que acabo de ver al animal más bellode el horizonte, me fascino no pude ni siquiera acercarme a él ni mucho menos cazarlo, porque es muy veloz- y ¿por qué no le tiras una roca para derribarlo? Como si todas las rocas aquí se desmoronan con solo tocarlas.
Mira te voy a conceder un deseo- exclamo el sol- y se dirigió al montón de polvorón que había ahí- pronuncio- yo el amo del cielo ordeno que de aquí en adelante todos losfragmentos serán sólidos y compactos- y así fue las rocas tomaron una solides y una forma perfecta.
Gracias exclamo el príncipe y así corrió a la ciudad le conto a su padre de lo sucedido y este lo festejo, el sol enojado mando días de obscuridad.
Días después el príncipe se armo de las nuevas rocas y corrió al valle donde había visto a aquel venado pero por el castigo del sol era noche así que el...