cuento
Un apego fuerte como solo se puede dar entre una hoja y un árbol de nogal, era el amor y la vida antes de estos pasos que voy dando ahora.
Ahora que me separe de él hace ya varias noches,recuerdo como tuve esa vida dentro de su gran protección, vi mi luz inicial, la jovialidad de mi cuerpo, la firme promesa de mi figura y después la plenitud en mi existir con la madurez de mi carne;volví a sentir esa suave vibración de la savia que en mi cuerpo realizaba caracoleadas olas de placer, y que cuando la luz penetraba ese mar de carne y fluidos que era yo, solo atinaba reír primero consuavidad y después con locura al sol, la tierra y la lluvia del amor
Había días que disfrutaba del inestable pero siempre agradable viento que mañanas y tardes susurraba sobre todo mi cuerpo unahistoria de vida diferente, y en esas historias, una invitación a seguirle, algunos días su venida era de vértigo, gritando con fuerza sobre mí que tímida ante tanta pasión desbordada lograba ver inclusoel riesgo para mi frágil vida, pero no tenia temor en ese punto mas allá de la seguridad de pertenecer a alguien, y me mostraba dispuesta a abandonar todo apego al dueño de mi vida, dispuesta aabandonar toda seguridad e irme echa aunque fuera girones por el mundo caótico que me abrazaba en ese ahora; sin embargo solo mostraba anhelos y miradas furtivas de coqueta indecisión, ser una más de lashistorias que el viento pregonaba era una fuerte tentación en sí, ¿quizá?, pensaba, al ser efímeramente eterna bajo su caótica guía viviría el polo opuesto de mi vida, la libertad....
Mi casa, sies permitido llamarle así, se desenvolvía a la orilla de un riachuelo, esto también es de recordarse pues en el día a día múltiples seres de mi entorno iban y venían con asombrosa ligereza sindetenerse, como yo a reflexionar en forma obsesiva sobre la polaridad de la vida y en la cual me sentía cada vez más en sus poderosos y atractivos extremos, y un día mi ficticio corazón se observo así...
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