Cuento
Lucí diariamente buscaba la manera deencontrarlo por todos los medios existentes, él era todo lo que ella había deseado, era físico, músico y deportista. Pero no encontró a nadie que le acelerará el corazón en símbolo de su pasión. Elpasar de los días agrietaba su alma que agonizaba en medio de la incertidumbre y le ocasionaba pensar si tal vez nunca encontraría a su amor, esto hacia de ella una chica desdichada; pero había unaintuición en ella, él estaba muy cerca desde el momento en que quizás lo conoció, esta esperanza era lo único que avivaba sus ganas de seguir luchando e intentando encontrar alguna ridícula prueba deque él exista.
Una noche, exhausta, lucí se acuesta en su cama quedando profundamente dormida.
Se empiezan a formar figuras, no son claras, parecen remolinos negros dando formas ahora comprensiblesa mi vista, estoy en un cuarto oscuro en donde solo logro ojear una vela encima de un escritorio que ilumina una pila de hojas desordenadas, camino hacia estas tratando de descifrar lo que dicen perono lo consigo algunas parecen ecuaciones y otras son partituras repletas de notas musicales.Quiero salir de allí, pero es difícil encontrar la puerta así que comienzo a palpar las paredes con la esperanza de encontrarla.-¡Aquí está!- digo satisfecha al tropezar con...
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