Cuento

El Espejo Por Irving Manzano Cuéllar

Estaba sentado frente a la ventana del cuarto. Comenzaba a atardecer. Solo, ahí meditando y tratando de vislumbrar las razones que atormentabansu existencia. Yojan, permaneció inmóvil ante unos ruidos provenientes del exterior, estiró su lánguido brazo hasta hacer contacto con la superficie metálica de la lámpara que se hallaba en el buró. Surostro mostraba cierta displicencia frente a lo sucedido detrás de los cristales y, por un momento, descendieron sus párpados. Tal fue la sorpresa que encontró al levantarlos. Un joven pendía delbalcón de la casa de enfrente, su cuerpo no aparentaba indicios de vida alguna, sin embargo, la forma poco ortodoxa en que yacía atado de un pie, sujetada con una cuerda de considerable grosor, leextrañó. Quedó atónito ante aquella situación, se levantó de su mecedora y se acercó a la ventana, al percatarse de la ausencia de testigos se aproximó a la puerta, salió y se acercó a la escenasigilosamente. En cuanto estuvo cerca del joven lo primero que buscó fue su rostro, sus ojos estaban abiertos, quietos y con la mirada perdida. Al parecer tenía un golpe en uno de ellos. De pronto, el brazo deYojan fue sometido por la mano del muchacho, su cuerpo se paralizó, después le fueron pronunciadas las palabras “¡fue el perico! ¡Anda ve y búscalo, solo tú puedes terminar con esto!”, las cuales leatemorizaron y dejaron pensativo por algunos minutos. Una vez que recobró la razón, regreso a su hogar y regresó a su asiento. En su interior buscaba explicaciones acerca de las palabras que habíarecibido momentos antes. Sin duda, era un asunto bastante complicado. Qué tenía él que ver con esa ave y ese chico. Después de unos instantes, en el marco del ventanal se posó un perico con una gran manchaoscura en el ojo derecho, de inmediato se levantó y le acarició el plumaje, luego volteo la mirada hacia el balcón y sorprendió al ver que el joven había desaparecido. Pasaron algunos minutos y,...