cuento

Había una vez, en un pueblito muy lejano, una granja, la misma tenía unos animalitos, los cuales estaban al cuidado de Ana, una mujer blanca, cabello un poco largo, de contextura mediana, no muyalta y con una voz angelical, la cual utilizaba para cantarle a los animales y Rigoberto, un Señor no muy mayor, delgado, fuerte y muy trabajador, quien siempre vestía ropa de trabajo.
Ana y Rigoberto,eran los dueños de la granja, tenían la responsabilidad de darles de comer a los animales, pero también de vacunarlos, atenderlos y brindarle mucho cariño. La granja era muy reconocida en los puebloscercanos, por la belleza de sus animales, pero también era conocida por su abundante agricultura.
En la granja habitaban gallos, gallinas, cerditos, corderos, ovejas, patos, vacas, toros, caballos,gansos entre otros y en la agricultura, se les daba muy bien el maíz, el sorgo, el tomate y el ají.
Un día en la granja, los animales se encontraban inquietos, incluso se rumoraban comentarios, elcaballo se paseaba de un lado a otro y le dice a la vaca, la cual estaba pastando en ese momento:
-Sra. Vaca he escuchado por allí que nuestros dueños Ana y Rigoberto nos van a traer un animalito nuevode compañero.
La vaca le responde:
-Ay Sr. Caballo!! Yo he escuchado lo mismo y eso me tiene muy preocupada, porque según me dicen los otros animales, el nuevo compañero lo encontraron en la calle.Los pollitos exclamaban en el gallinero:
- ¡Vamos a tener compañía!
Mientras tanto, los cerditos decían a su madre con alegría:
-¡Tendremos compañía! ¡Tendremos compañía!
Al día siguiente,apenas salió el sol y el gallo cantó, Ana y Rigoberto partieron hacia el pueblo más cercano a buscar al nuevo integrante de la granja, todos los animales esperaban ansiosos el regreso de sus dueños con sunuevo compañero.
Las horas pasaban lentas y ya casi al atardecer, regresaron Ana y Rigoberto con el nuevo integrante de la granja, era un patito, el cual no lucia muy bien, sus plumas estaban...