cuento
Un hombre cojo se dirige lentamente en muletas a pagar una deuda de hace tiempo; carece por completo de dinero. A punto de cerrar, se presenta frente al prestamista, quien lo reconoce inmediatamente:
Vaya, veo que por fin vienes a liquidar la deuda de aquella vez. Según recuerdo, necesitabas dinero para construir un pozo de agua. Me da gusto que seas una persona responsable.–Dijo el prestamista, a lo que el deudor replicó:
Me da gusto que te alegre verme, aunque no creo ser el mismo de aquella vez. De hecho, creo que ninguno podría decir a ciencia cierta que estamos ante la misma persona de ayer cuando nos miramos al espejo; por ejemplo, veo que te sigue gustando coleccionar canicas en tus horas de trabajo. –Dijo el deudor, mientras señalaba un montón de canicasapiladas en el escritorio del prestamista- ¿son las mismas de aquella vez o son otras?- Preguntó.
Unas son las mismas, otras son nuevas pero no recuerdo exactamente cuál es cuál- Contestó el prestamista.
Titulo 1
El deudor continuó: ¿Dirías, entonces que es el mismo montón de canicas de aquella vez?
No lo creo, tendrían que ser exactamente aquellas canicas y no otras- dijo el prestamista.Pero si tienes un montón de canicas y extraes o sumas alguna cantidad del número original, ¿tienes el mismo montón de canicas? – preguntó el deudor.
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No lo creo –decía el prestamista pensativo– ¿si quitase todas menos una o en verdad añadiéramos un número realmente grande al número original? En verdad creo que no.
Yo uso una prótesis y enflaqué, cambié, no soy el mismo entonces-afirmó el deudor.
No, creo que no. –Decía el prestamista, un poco más desesperado.
Pues verás –continuó el deudor– así como un montón de canicas deja de ser ese montón si le extraes o sumas partes, algunos hombres pierden partes como los mutilados… y así los hombres cambian de partes; el hombre que te debía ha cambiado; yo no te debo nada.
Pero eso es absurdo, ¡jamás había escuchado manera más ruinde escapar de una deuda! –Dijo el prestamista, bastante enojado. Creo que quieres evitar pagar porque este hombre que veo no es el de aquella vez, que es otro, como si fuesen dos personas. Pero el deudor replicó:
Puede ser, sin embargo debes admitir que lo que dije te hizo dudar, al menos un poco y hasta llegaste a pensar que somos dos.
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No estaría tan seguro de ello. Sigo creyendoque me debes dinero. –Dijo el prestamista con un tono firme.
Considera esta historia. –El deudor contestó.
Hace tiempo, Teseo salió de viaje a cumplir una hazaña que le valdría el recuerdo de su gente por varias generaciones: salió a conquistar la ciudad que después se llamó Tesalia. El barco de Teseo fue celosamente guardado para que las generaciones conocieran el artefacto y recordaran lashazañas. Un problema se le presentó al Rey. El barco, junto con otras reliquias de su reino, se despedazaba con el tiempo. Viendo esto, el Rey hizo redactar un decreto en el cual se enlistaran todas las reliquias del reino para que se reemplazaran las partes viejas de las reliquias por partes nuevas, tan bien labradas que fueran indiscernibles a los ojos de cualquier persona. Y así se hizo conformeal mandato.
Titulo 2
Al pasar el tiempo, se reemplazaron todas las partes que componían a las reliquias ¿Cómo podemos estar seguros que esas partes siguen siendo exactamente las mismas reliquias que fueron listadas en el mandato? Los remos no son los remos que Teseo y su tripulación usaron en la hazaña; no hay un tablón original en ese barco por donde haya caminado nuestro héroe.
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Podemos arreglar esto – intervino el prestamista, sólo debemos rearmar cada reliquia con las partes originales y guardarlas en la cámara del tesoro, para evitar lesiones. Así, de cualquier manera, su reino tendría las reliquias rearmadas en un barco y otro barco con las piezas reemplazadas, ambos serían el barco de Teseo.
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Te pregunto a ti pues, ¿cuál de los barcos es la...
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