cuento
Estoy cayendo. Caigo como una hoja que choca contra el aire. No sé cómo pude ser tan torpe para llegar a esta situación. Lo único que les puedo decir es que me estoy por morir. Aún recuerdo como esta tortura comenzó.
Era lunes, lo que significaba que debía ir al colegio, pero ese día era algo especial. Nos íbamos a ir de excursión a una famosa fábrica de la ciudad, donde se producen unosdeliciosos alfajores. Al llegar al colegio, hice el mismo recorrido de todos los días para llegar a mi banco. Me senté, dejé mis cosas y comencé a hablar con mi mejor amigo, Benjamín. Él era un chico alegre, pero había veces que no hablábamos mucho.
Llegó el micro. Fui al fondo y me senté junto a Benjamín y otros 4 chicos con los que no hablábamos.
Al llegar a la fábrica, nos dieron algunasinstrucciones que sinceramente, no escuché. Luego, nos comenzaron a mostrar donde empieza el proceso de los alfajores. Todo iba bien hasta que me desconcentré. Vi a un hombre alto, que nos miraba fijamente a mí y a Benjamín. Al mirarlo, se volteó, y le susurró algo a su compañero.
De repente, las luces se apagaron. Todos nos pusimos a gritar, incluyéndome. Sentí un tironeo en mi ropa que mellevó con todos los demás afuera.
Al salir, busqué a Benjamín, pero no estaba; supuse que la profesora lo había ido a buscar, pero ella estaba con nosotros. Le dije que mi amigo no estaba, y fue adentro a ver si estaba. Luego de una media hora, un encargado de la fábrica sale, y nos dice que vayamos al micro. Apenas subimos todos, nos fuimos al colegio con nuestra profesora suplente, mientras quela titular se quedó en la fábrica. Pregunté en el micro por Benjamín, pero no me respondieron. Nadie lo hizo.
Pasadas semanas de este suceso, seguía sin haber novedades de mi amigo. Pregunté a mis padres por lo sucedido, pero nadie quiso responderme. Así que decidí averiguar todo por mi cuenta.
Lo primero que hice fue asegurarme que no había nadie en casa. Mis padres habían salido, así quetomé una campera y me fui a comprar un diario del barrio, con todas las noticias de Villa Luro. Como sospechaba, la primera plana era sobre lo ocurrido en la fábrica. Calificaban el accidente como una ‘’desaparición misteriosa’’ pero, para mí no lo era. Empecé a recordar unos ojos oscuros, que me miraban tanto a mí, como a mi amigo. No pude acordarme más. Tal vez el recuerdo quería serborrado. O alguien quería que fuera borrado…
Leí el artículo de la revista delicadamente. Presté atención a cada detalle que me pudiera dar una pista de dónde estaba mi amigo. Nada. Revoleé la revista sobre mi hombro y me recosté en mi cama a reflexionar. ¿Dónde podría estar ese chico que hasta hace unas semanas era tan cercano a mí? Me quedé dormido. Me desperté a las 7:00 am, hora en la cual nostraen el diario. Me apresuré para ir a buscarlo a la puerta de mi casa. Con poca fe, tomé el diario, miré la primera página y mi corazón comenzó a latir muy rápido.
2.
‘’Esta mañana un grupo de investigadores encontraron cerca de la calle Rivadavia, la mochila del niño desaparecido. Faltaba toda su comida y su celular. Se cree que el secuestrador lo ha llevado al campo, fuera de la ciudad. Loúnico que se encontró fue una hoja de un libro del colegio, con los números: 23.5.14. Se cree que fue la hora en la que partieron hacia el campo’’.
Mi cabeza daba vueltas. Algo no concordaba. ¿Por qué escribiría eso? Sin embargo, sabía que eso debería tener algún significado. Era el mejor amigo de Benjamín, y es lo bastante listo como para poner algo sin sentido.
Pensé por al menos 4 horas sobreel asunto, y luego me rendí. Tal vez sea muy pequeño para estos asuntos (14 años no es la edad para ser un detective), pero algo me trajo un recuerdo. Un momento que compartí con mi gran amigo.
Estábamos en primer año, y había faltado nuestra profesora de Matemática. Aburridos empezamos a practicar nuestra caligrafía (una profesora nos reprobó a ambos porque no entendía nuestra letra), por lo...
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