cuento
Elsa Bornemann
No sabía lo que era una caricia. Nunca lo habían acariciado antes. Por eso, cuando changuito rozó su plumaje junto a la laguna- alisándoselo suavemente con lamano-, el tero se voló. Su alegría era tanta que necesitaba todo el aire para desparramarla.
-¡teru! ¡teru! ¡teru! ¡teru! ¡teru!- se alejó chillando.
El changuito lo vio desaparecer, sorprendido. Latarde se quedó sentada a su lado sin entender nada. -¡hoy me han acariciado! ¡La caricia es hermosa!- seguía diciendo con sus teru, teru...-¡eh, tero! ¡Ven aquí! ¡Quiero saber que es una caricia!-le gritó una vaca al escucharlo.
El tero se dejó caer: un planeado blanco, negro y pardo, de gracioso copete, aterrizando junto a la vaca... ¡Esto es una caricia...! - le dijo el tero, mientras quecon el ala izquierda rozaba una y otra vez una pata de la vaca. –me gusta tu cuero, ¿sabés?- no imaginaba que fuera tan distinto de mi plumaje...
La vaca no lo escuchaba ya. Pasto y cielo se ibanmezclando en una cinta verde azul con cada aleteo del ave. Ni siquiera sentía las fastidiosas moscas...
Con varios felices Muuu...Muuu...se despidió entonces el tero.
¿Caminaba o frotaba? ¿Mugía ocantaba? ¿Soñaba? No. Era tan cierto como el sol del atardecer, bostezando sobre el campo. Era verdad: ella sabía ahora lo que era una caricia...
Distraída, atropelló un armadillo que descansaba entreunos matorrales;
-cuidado vaca, ¿no ves que casi me pisas? ¿Qué te pasa? ¿Estás enferma?
-este quirquincho no puede entender... -pensó la vaca. –es tan tonto..., y continuó caminando, flotando,mugiendo o cantando...
Pero el animalito peludo la siguió curioso, arrastrándose lentamente sobre sus patas. Finalmente, la chistó: sh...sh... ¿no vas a decirme qué te pasa?
Suspirando, la vacadecidió contarle.
-hoy he aprendido lo que es una caricia...estoy tan contenta...
-¿una caricia?-repitió el armadillo, tropezando con el nudo de una raíz.
-¿qué gusto tiene una caricia?
La vaca mugió...
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