Cuento
Había una vez un joven de nombre Iker que se encontraba el en la parte más alta de su Casa, esperando que cayera la noche sobre el hermoso pero muy corto atardecer.Después de oscurecerse el panorama y encenderse las luces artificiales de la cuidad, recordó que debía ir a una reunión con sus compañeros de escuela.
Preparo lo que debía para poder irse, trato deponerse ropa adecuada para la ocasión, dejo en su cartera solo lo necesario para el transporte, para cooperar para comprar algunas bebidas y unos cuantos pesos como para algún imprevisto.
Emprendióel camino hacia el transporte público ya que probablemente tomaría de más, así que no podría manejar un coche de regreso; al llegar a la plaza en que se aborda el transporte, recordó que se vería enuna estación específica con unos compañeros para partir de allí a la reunión.
Todo ocurrió según lo previsto, al llegar observo varios rostros conocidos en esa estación, posteriormente, el entabloconversación con aquellas personas.
De pronto llego un compañero de Iker llamado Enrique, Enrique trajo consigo a una amiga suya.
Poco a poco llegaban las personas que estaban previstas, mientrastanto Iker decidió acercarse a aquella mujer, y hacerle un poco de platica, mientras caminaba hacia ella, por alguna extraña razón, su corazón empezó a palpitar con una fuerza increíble, por su mentepasaban miles de cosas como: ¿Qué demonios me pasa?, ¿Qué será lo primero que le diré?, ¿Cerré bien la puerta de mi casa?, volvía a tener miedo. Cosa que desde hace un tiempo no tenía con las mujeres.Mientras más se acercaba más divagaba su mente en lo que le podría decir, al llegar justo enfrente de ella, Iker nervioso se presento a ella, y ella correspondió mencionando su nombre “Tania”, por unmomento los ojos de Iker reflejaron dolor por su ultima relación amorosa, el pregunto por su amistad con Enrique, a lo cual ella respondió con amabilidad y tacto que se conocían desde hace tiempo y...
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