Cuento
“-¡Felizcumpleaños Evelyn!- grito mi mamá poniéndome un pastel de 3 leches frente a mí. Mi familia entera se reunió por mi cumpleaños número 16. La sala y comedor de mi casa estaba decorada con serpentinas, globo y, listones.
-¡Gracias a todos! Esto es…simplemente perfecto-dije y mi voz sonó temblorosa, quería llorar de alegría pero me pude contener.
-Es lo menos que te mereces Evelyn, eres una gran amiga,gran hija, gran novia…-dijo mi amiga Tamara. Lo de gran novia lo dijo con un tono de voz gracioso.
-Por cierto… ¿Dónde esta Franco?-pregunte mientras barría la sala con la mirada tratando de encontrar a mi vida entera, mi razón de ser y existir, mi novio.
-No podrá venir, tuvo que salir de la ciudad, lo siento hija-dijo mi madre con tristeza. Quise disimular una sonrisa pero no pude. Tocaron eltimbre de la puerta y Tamara corrió a abrir.
-¡Evelyn!-grito emocionada. Me pare como caricatura de mi silla con la esperanza de ver a Franco pero solo me encontré con una enorme caja de regalo.
-¿Quién lo manda?-pregunte y Tamara se encogió de hombros. Entre las dos lo arrastramos como pudimos hasta dejarlo en el centro de la sala. Pesaba demasiado. Todos empezaron a cantar “¡Que lo habrá, quelo habrá!” Destruí el precioso envoltorio metálico y de la caja salto Franco para darme un beso.
-Felicidades mi princesa- me dijo con sus ojos verdes brillando de alegría. Estaba vestido con pantalón de mezclilla negro y una playera azul. Se veía hermoso, como un príncipe modernizado. Su pelo negro como la tinta se contrastaba con su piel de marfil y sus ojos de esmeralda. Todos gritaron yaplaudieron, mientras ellos gritoneaban él se acerco a mi oído y me susurro:
-Soy tu regalo, podrás hacer conmigo lo que quieras…te visitare por la noche… si quieres-Uso una voz seductora y sensual, jamás lo escuche hablar de esa manera. Provoco que se me erizara la piel. Paso la fiesta y yo esperaba a Franco vestida con un pijama de blusa de tirantes y un short corto. No sabía que debía hacer, dondetocar, como hacerlo…porque soy virgen. Escuche el golpe de unas piedrecillas en mi ventana. Mi corazón brinco en mi pecho y corrí directo al sonido. Y ahí estaba el, siempre con su sonrisa resplandeciente, nada la borraba, incluso sonreía estando dormido.
-¿Puedo subir?- me pregunto. Me mordí el labio con nerviosismo y asentí. Trepo con increíble agilidad y entro por la ventana. Me miro conternura de arriba abajo. Ni una pizca de lujuria y deseo malsano albergaba en sus ojos, lastima…no puedo decir lo mismo de los míos. Verlo frente a mí con su abdomen al descubierto desvaneció mi pena. Se acerco poco a poco, empezó a besarme con ternura, pero yo no pude corresponder igual. Mis manos se enredaron en su pelo y lo bese con desesperación, como si llevara semanas sin agua y sus labiosfueran un vaso de agua fría. Nos recostamos en mi cama y nos deshicimos de nuestras prendas. Cuando todo termino el me susurro en el oído:
-Te amo Evelyn, serás la primera y la única mi pequeño angelito terrenal…te amo preciosa, simplemente eres mi todo-correspondí a esto con un beso.”
Gruñí en desesperación, el momento más bello de mi existencia se vio ennegrecido de dolor al día siguiente…y...
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