Cuento

La proeza
Capítulo I: El comienzo del final.

Era Viernes por la madrugada en la bella ciudad de Guadalajara, las luces tenues de los faros de la cuadra se filtraban por la ventana a través de las entreabiertas y suaves cortinas color tinto; música vernácula se escuchaba en la calle, proveniente del patio de la vecina de enfrente, al parecer, el día anterior había tenido una delas muchas e infundadas riñas causadas por cualquier cosa insignificante con su enamorado, que pasado de copas le llevaba serenata con un mariachi mal vestido y desentonado.


En la habitación más grande de la planta alta se encontraba Valentina, recostada sobre la cabecera de su recamara, con una mirada que aunque pareciera fija a la pared, estaba más perdida que un citadino en lo másfrondoso de un bosque alejado de toda civilización a altas horas de la noche. Todavía quedaban restos de humedad en las sábanas blancas y arrugadas, un sudor frio recorría por su blanco pecho, tan pálido como la piel de todo su cuerpo, su cabellera negra estaba despeinada y el delineador de ojos negro suavemente esparcido por el contorno de sus ojos café claro, ella parecía tener un aspecto tétricoen la habitación poco iluminada, pero un brillo macabro en sus ojos sobresalía y le daba vida a todo su ser haciéndola lucir como un ángel profano, que por haber cometido pecado, al realizar un acto de amor con una de las criaturas más espeluznantes y sanguinarias de esté mundo, estaba destinada a arder en las llamas del infierno por toda la eternidad; Alexander era atemorizante pero a Valentinale parecía un ser sumamente hermoso y misterioso; una estilizada silueta marcada en un lugar vacío de la cama, aún estaba impregnada de un mágico e hipnotizante aroma que, regado en la atmosfera de la habitación, tomaba forma de enamoramiento y culpa en su pequeño y roto corazón.

El haberse entregado esa noche a Alexander fue su más grande proeza, pues, Valentina, desde que tiene uso dememoria, ha tenido la capacidad de percibir la esencia real de cualquier ser vivo, era como un don especial que nadie mas tenia; por eso sabía muy bien elegir a sus amigos, aunque solo tenía dos, a Valentina no le importaba tener miles de amigos, ella estaba bien, con las pocas personas que eran cercanas a ella, pues, no necesitaba que toda la escuela se enterase de su vida, solo estaba rodeadade las personas en las que de verdad podía confiar; pero con Alexander era diferente, desde el día que lo conoció, aquella noche, cuando Valentina caminaba distraídamente por el Centro Histórico de la ciudad en la esquina de la librería que estaba frente al mall, y chocar con él, tirando todos sus libros al sucio suelo de la calle se dio cuenta que había algo en él que le impedía percibir suesencia realmente; continuamente se encontraban en el mismo lugar, ya era como rutina pasar por ahí, a la misma hora de la noche, con la esperanza de volver a ver a aquel misterioso muchacho, y para su suerte siempre aparecía.

Alexander se decidió a hablarle después de dos meses, pero Valentina desconfiada, apenas intercambiaba palabra con él, hasta esa mágica noche, sin imaginarse lacantidad de horrores y experiencias anormales que le esperaban tras haberlo conocido.

Valentina, seguía en la cama, pensativa, pero, dio un respingo de sorpresa, pues, la alarma del reloj digital postrado en la mesita de noche junto a un libro grueso y muy antiguo, anunciaba las 6:00 a.m. Normalmente esa era la hora de despertarse, para darse tiempo de prepararse e ir a la escuela, peroValentina no había dormido nada esa noche; no tenía sueño, aunque tenía aspecto demacrado; era más su ensimismamiento que apenas dirijo un vistazo a la ventana frontal y con el sol a punto de salir y destellar con todo su esplendor para hacer resaltar los puntos más bellos de aquella hermosa ciudad; se levantó con gran esfuerzo de la cama, pues apenas podía actuar de forma automática y rutinaria sin...