cuento
Había una vez un niño alegre, juguetón y muy travieso de nombre Lorenzo pero todos le decían Lenchito.
A Lenchito no le gustaba ir a la escuela, todas las mañanas seescondía bajo la cama.
Ignacia su mamá, le decía que tenía que ir a la escuela a estudiar y prepararse para ser una persona de bien en la vida.
Al pequeño le encantaban la ovejas y por eso decía quequería ser un pastor, y cada vez que su mamá le explicaba que es necesario estudiar para triunfar, Lenchito se ponía a llorar. Algunas veces mientras el niño salía a cuidar a sus borreguitas, su mamá loobservaba de lejos y veía que su pequeño era muy feliz con sus animales, con su lana, sus balidos y con su varita en la mano. Ella sonreía pero en realidad anhelaba tanto que su hijo se prepararapara poder ser profesionista.
Doña Ignacia le propuso a Lenchito que si quería ser un buen pastor debía estudiar para entender a los animales y para cuidarlas mejor, ése fue el trato y Lenchito volvióa las clases.El niño no muy convencido, aceptó asistir a la escuela del pueblo.
En la escuela había maestros, salones pizarrones y muchos niños, pero no había animales. En ese primer día de clasesno quiso hacer amigos porque solo pensaba en la hora de salida para ir a ver sus ovejas, en su cuaderno dibujo una oveja con su pequeña cría. El profesor le puso un sello de excelente en su dibujo y ala hora de salida corrió a su casa muy contento para mostrar el sello a su mamá y para ver a sus ovejas que tanto él había extrañado.
En casa contó que se había aburrido bastante y que de no ser porel bonito sello que el maestro le puso ya no iría, pero doña Ignacia lo animó y al otro día volvió a estudiar. Lenchito comenzó a hacer amigo en la escuela, y con el paso de los días fue descubriendolas letras, números, la historia y también el reino animal, eso le fascinó y en las clases de ciencias naturales era el mejor entre sus compañeros.
Su mamá estaba muy orgullosa de él pues las...
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