cuento

Una tarde de otoño, Jaime miraba las hojas que caídas se amontonaban una sobre otra formando montículos de ellas. Apenas un año atrás solía divertirse saltando sobre las montañas de hojas quecrujían.
Su abuelo, un hombre que siempre al hablar miraba a los ojos de su interlocutor le dijo muy tranquilo:

Es un día hermoso, aún la noche no se asoma en el cielo y tú eres un niñomuy activo. ¿Qué haces aquí sentadito?

Abuelito, esos arbolitos están muy enfermos, se les caen sus hojas. Ellos están viejitos igual que tú.


(Se ríe y habla) ¡Qué barbaridad, me hashecho reír, muchísimo! Voy a contarte una historia que mi abuelito me contó cuando era un niño como tú.

Hace muchos años, vivía un viejo perro de caza, cuya avanzada edad le había hechoperder gran parte de las facultades que lo adornaban en su juventud.

Un día, mientras se encontraba dentro de un muy antiguo bosque cazando junto a su amo, se topó con un hermoso jabalí, alque quiso atrapar para su dueño.

Poniendo en ello todo su empeño, consiguió morderle una oreja, pero como su boca ya no era la de siempre, el animal consiguió escaparse.

Al escuchar elescándalo, su amo corrió hacia el lugar, encontrando únicamente al viejo perro. Enfadado porque hubiera dejado escapar a la pieza, comenzó a regañarle muy duramente.

El cielo comenzó a cerrarsecon nubes oscuras que arrojaban rayos. Y sobre el perro y el amo se apareció un espíritu.

¡Soy el espíritu de la naturaleza!, les dijo y siguió en estos términos:
respeta siempre a losseres mayores, que aunque ya no puedan realizar grandes proezas, dieron sus mejores años para darte a ti y a tu familia, una vida mejor.

El dueño entendió que lo importante no eran las fuerzasni el aspecto físico, quería a su perro por haberlo acompañado tantos años.

Ves Hijo mío, esos árboles no están enfermos simplemente han cumplido su ciclo y lo han hecho muy felices.