Cuento

El pantalón no le sirve al cansancio.


Otra vez lo mismo, comienzo a pensar que la vida misma tiene el propósito de molestarme, de recordarme constantemente mis defectos o tal vez que debohacer algo para mejorar y a sinceridad estoy harto........... El pantalón, no me quiere servir.
Cada día es peor, me siento terrible, veo la enorme protuberancia y me digo a mí mismo “aún estás ahí”.Me siento en la cama y veo el closet, siento la desesperanza en mi garganta, si este es el pantalón que mejor me sirve ¿qué haré con los demás?
Debo comprar ropa nueva, lo sé, más ancha, más deacuerdo con mi forma, pero sólo pensarlo me causa desgano, me causa pereza. Aún sigo sentado en la cama y se me hace tarde, pero a decir verdad no me importa. Hoy no quiero enfrentar el mundo, decir lasmismas gentilezas, escuchar las mismas estupideces.
Es cuando comienzo a darme cuenta que no es el pantalón, que no es la vida, que no es el destino, el problema soy yo. Pienso en ponerme metas perome conozco demasiado bien, no las cumpliré.
Podría estar mejor muerto, pero tampoco lo sé, me causa pereza averiguarlo. Hoy me siento una mierda y no es porque Leticia me ha dejado, sin decirmenada, sin explicación alguna y no es que tampoco necesite escucharlo, lo sé perfectamente, no imagino a nadie que quisiera estar con alguien como yo. No podría explicar nunca mi golpe de suerte alhaberla tenido por el tiempo que fuera.
La luz del Sol comienza a filtrarse por mi ventana y a subir poco a poco hasta que toca mis dedos y siento su calor, el único calor que obtendré por mucho tiempo.No me sirve el pantalón, la vida no tiene sentido, la muerte no tiene sentido, Leticia no tiene sentido, nada es sencillo, nada lo es.
Mi madre comienza a tocarme la puerta para recordarme queestoy tarde, que qué es lo que tanto hago, que si no estoy muy grandecito para estar masturbándome como un loco y es cuando la verdad, como iluminación divina, golpea mi mente. Es el preciso segundo...