cuento

 “EL VIAJERO”

Érase una vez en una lejana costa de Europa, que por nombre llevaba Costa azul, un viejo navegante, de cabelloblanco como la espuma del mar, con un rostro cansado y arrugado, dejando notar cada uno de sus años.

El navegante vivía a la orilla del puerto, en un barco oxidado y con una historia que escondíadetrás de la pared.
Un día, decidido a navegar entre las brumas de aquella mañana fría y desconsolada, el viejo zarpó del puerto a paso cansado, triste y con la mirada perdida. Dirigiéndose a donde eldestino lo llevara.

Llevaba como única carga en su mente, su lejano y misterioso pasado, un poco trágico, que buscaba enterrar de cualquier manera.
De repente, el viejo se detuvo, alzó la miraday se percató que una ráfaga de viento se aproximaba hacia él.

Tratando de controlar el barco, y sin éxito alguno, fue azotado muchos metros de distancia, fue ahí donde a lo lejos, pudo observar uncastillo enorme. Tal edificio se veía solitario y tenebroso, pero el hombre, tenía curiosidad de saber que albergaba aquél lugar. Decidido se aproximó al castillo, se bajó del barco y con el valorque lo caracterizaba decidió tocar las enormes puertas de madera, pero no obtuvo respuesta alguna, por lo cual entró a aquél lugar.

Al entrar todo era oscuro, frío y denso, como si su presencia nofuera grata. Preocupado, decidió explorar, cuando de repente, comenzaron a sonar las campanas y un fuerte silbido hizo que se detuviera frente a las escaleras, desconcertado y volteando para todoslados, siguió su camino, dirigiéndose a una gran sala donde le esperaba una copa de vino y una comida sabrosa para ser degustada.

Fue ahí donde escucho de nuevo ese silbido escalofriante, este, másintenso que el anterior, se detuvo a pensar un momento, cuando la sala sorprendentemente se iluminó y se escuchó una voz firme y seca que le decía:

¿A dónde te diriges?... El navegante un poco...