Cuento

Los cuentos de mi abuelo:

Con sus manos robustas, mi abuelo construyó casas y sembró campos. Mi abuela lo ayudaba en todo, en el campo y en la casa. Y tuvieron muchos hijos, que, cuando crecieron, parecían hormigas, parecían zompopos subiendo y bajando cerros, trabajando al lado de sus padres. Cuando los niños trabajaban, todo les quedaba grande. El azadón parece la cruz que carga Jesucristoen las procesiones de Semana Santa. No pueden con el rastrillo, se traba en las raíces o en las piedras grandes. Y si tratan de abrir la tierra con el pico, se van de bruces y se quedan tirados, masticando granitos de polvo. Pero igual se esfuerzan.
Mi abuelo se volvió viejo en un suspiro. Ayer todavía era el joven que se había robado a mi abuela y apenas el sol se fue dentro de la tierra y sevolvió a salir con sus cachetes rojos, de pronto ya estaba viejo, arrugado, con las manos callosas y llenas de cicatrices, con el pelo blanco. Entonces nos contaba cuentos a los nietos y a los amigos de los nietos. De tanto que había viajado, el abuelo sabía muchas historias de los caminos. Nosotros le preguntamos: “Abuelito… ¿por qué hay gentes blancas, negras, rojas, amarillas, o sea, de muchoscolores?” “Porque Ajaw, nuestro creador y formador, nos creó de maíz blanco y por eso hay gentes de color negro; nos creó de maíz rojo y por eso hay gente de color rojo; y nos creó de maíz amarillo como nosotros y por eso somos gente de color amarillo, porque Ajaw quería que fuéramos multicolores como las flores del campo.”
Por las tardes, cual el sol comenzaba a ponerse color naranja en elhorizonte, y el frío nos ponía helada la nariz, el abuelo se sentaba a la puerta de la casa y comenzaba a contar las historias viejas de los pueblos antiguos. A mí me gustaba mucho el cuento de la comadreja y la gallina. Dice así:
“Había una vez una comadreja que se robaba los pollitos para comérselos. Iba husmeando escondida en el bosque cuando de repente, con vista aguda, localizaba un gallinero y,dentro del gallinero, a los pollitos. Entonces se lanzaba como una flecha, a toda velocidad, caía sobre el gallinero y aferraba con sus garras a un pollito.
Somataba las poderosas patas en medio de un revoloteo de polvo, plumas y cacareos de las gallinas espantadas y se alzaba con su presa, para desesperación de la gallina madre que sólo podía llorar la pérdida de su hijo.
“Como esto ocurríamuy frecuentemente, una de las gallinas dijo: Esta comadreja no se va a comer a mis pollitos. ¿Qué puedo hacer para evitarlo? Entonces juntó a todas sus gallinas y se pusieron a pensar y a pensar, a reflexionar y a cavilar. Una noche pasó despierta mientras trataba de encontrar una forma de darle un escarmiento a la comadreja. Al día siguiente cuando las demás gallinas despertaron, las llamó denuevo para que escucharan su plan. Se los expuso y las demás aprobaron con entusiasmo.
“Ese mismo día, la comadreja merodeaba por el gallinero cuando, cuál sería su sorpresa, vio un pollito hermoso, amarillo y apetecible, el más gordo que había visto en su vida. No lo pensó dos veces: se lanzó como una piedra enviada por la honda hacia su presa, que extrañamente no se movía. La aferró con susgarras, y salió disparada hacia su madriguera.
“No pudo caminar más de tres pasos. El pollito que había capturado se le había pegado a las patas, y no la dejaba correr. Desesperada, la comadreja se agitó cuanto pudo, pero una fuerza tremenda le impedía moverse. Y cuando quiso deshacerse de su presa, se dio cuenta de que no la podía soltar. Un buen tiempo se estuvo debatiendo, hasta que cayó alsuelo exhausta.
¿Qué había pasado? Las gallinas habían fabricado un pollo falso. Habían pegado con mucha paciencia plumas de pollo a una gran piedra, de modo que de lejos pareciera un animal. Y luego, habían amarrado con bejuco la piedra a las estacas del corral. Al falso pollo lo habían untado con mucha crementina, que es una cola que sale de la corteza del pino, y la comadreja se había...