cuento

DEMASIADO TARDE
Elizabeth no podía dormir, sentía su cuerpo pesado como una piedra, no conciliaba el sueño sentía una extraña sensación que la invadía totalmente, y aunque cerraba sus ojos seguía despierta, pensó que se encontraba en una hermosa pradera y poco a poco se relajó así empezó a dormirse hasta que quedo sumergida en un profundo sueño.
La alarma sonaba a las seis, y esto despertó aElizabeth bruscamente, ella quedo por un instante desorientada pero pronto se reincorporo, se levantó de su cama y bajo hasta la cocina se preparó una taza de café y miro las noticias de la mañana, en eso recordó lo que le había ocurrido la noche anterior, no tenía idea de por qué se sentida angustiada, repaso rápidamente por su cabeza las cosas que tenía que hacer para la semana pero no encontrónada que la intranquilizara así que decidió no pensar más en ello y prestar atención a los acontecimientos del mundo.
Elizabeth era una mujer de 28 años la cual vivía sola en un pequeño apartamento de Londres vivía ya hace dos años, tras separarse de un desastroso matrimonio, era una mujer responsable y organizada con su vida, quería viajar por el mundo y disfrutar de la vida y hasta el momentonada se lo impedía estaba realizando su doctorado en una de las más prestigiosas universidades del país y pronto se graduaría con los máximos honores.
Su celular empezó a timbrar y ella se apresuró a contestar pero no lo encontraba, no había nada más desesperante que buscar algo con ansia y no encontrarlo, pensaba, ella era una mujer muy controladora una de las causas que su matrimoniofracasara, por fin lo encontró debajo de un arrume de libros.
- Hola, ¿Quién habla? – Dijo, pero al otro lado del altavoz nadie contesto solo se escuchaba el cantar de unos pájaros al fondo
- ¡Hola! ¿Alguien esta ahí? – pero nuevamente nadie contesto así que colgó y no le presto mayor atención.
Era domingo así que no tenía mayores cosas por hacer, se alisto y se dispuso a salir a encontrarse con unosamigos de la universidad, en eso su celular volvió a timbrar era el mismo número que hace algunos momentos la llamo.
- Halo, ¿Quién es? No estoy para bromas- dijo en tono serio.
Pero volvió a escuchar el canto de los pájaros pero esta vez más fuerte acompañado de un leve suspiro; al otro lado colgaron y dejaron a Elizabeth con una extraña sensación ¿Quién podría ser? ¿Y porque asustarmeasí?, pensó, el teléfono volvió a sonar y esta vez contesto sin ni siquiera mirar quien era.
- ¡¡Halo!! ¿Quién es? ¡No me moleste! – Grito
- ¡oh! Hola Eliz soy yo, Mateo ¿Qué pasa?- respondió, él mejor amigo de Eliz como la llamaban sus amigos de cariño.
- hay perdóname, es que he estado recibiendo unas llamadas extrañas esta mañana y pues ya me inquietaron- dijo apenada
– No te preocupes que deseguro eso es alguien que no tiene nada más que hacer que estar molestando a las personas, te llamo para saber ¿si vas a venir esta noche a mi casa? Para la fiesta que te comente- dijo el despreocupado- Es que pues estoy confirmando para saber cuánta comida necesito y bueno todo lo demás, tu sabes.
-Si precisamente me estaba alistando para salir, hacer unas cosas y por la noche te acompaño.-Ah, bueno entonces por la noche te espero aquí- dijo alegremente- Te dejo, nos vemos entonces en unas horas, no me falles- dijo irónicamente.
En medio de su risa Elizabeth dijo- bueno, que estés bien- dijo ella entusiasmada; aunque ella siempre fue muy responsable nunca dejo de ser divertida incluso ella decía que amaba las fiestas, en cuanto no se salieran de control.
Elizabeth colgó, seterminó de arreglar y salió del apartamento pero en esto algo llamo toda su atención, en la puerta del apartamento estaban tirados unos sobres blancos con bordes negros que decían “Para Elizabeth Andrew” no había duda que eran para ella pero ¿De quién? No decía el remitente y ella nunca había recibido sobres de nadie. Entro nuevamente, se sentó en una pequeña butaca y abrió el primer sobre el cual...