Cuento
Martes, 21 Mayo 2013 23:23
Una noche desperté oyendo un ruido insistente que no cesaba. Era el vecino de arriba que andaba de un lado para otro, y sus pasos resonaban en eltecho.
¡Aquello era insoportable!
Me estaba poniendo cada vez más nervioso! Y no podía dormir. Aquellos pasos me obsesionaban. Eché una ojeada al reloj: las dos de la madrugada. Entonces fuecuando me indigné. Tenía que madrugar para ir al trabajo y necesitaba descansar y dormir. Y el vecino paseándose arriba y abajo sin parar y sin la más mínima consideración. Como no se podía hacer nada mepuse a maldecidlo, a quererle mal. Y pensaba:
- Mañana subiré arriba y le partiré la cara.
En aquel tiempo era joven y podía hacerlo. Al día siguiente subí al piso de arriba y fue entoncescuando me enteré de que el hijo de mi vecino había muerto aquella madrugada y que, durante toda la noche, aquel padre afligido había paseado en brazos a aquel pobre niño, consumido por la fiebre, como paraimpedir que se muriera; como para infundirle vida, insuflarle vigor, hacerle llegar su ternura, para que el niño no sufriera tanto.
Los pasos perdidos
Martes, 21 Mayo 2013 23:23
Una nochedesperté oyendo un ruido insistente que no cesaba. Era el vecino de arriba que andaba de un lado para otro, y sus pasos resonaban en el techo.
¡Aquello era insoportable!
Me estaba poniendo cada vezmás nervioso! Y no podía dormir. Aquellos pasos me obsesionaban. Eché una ojeada al reloj: las dos de la madrugada. Entonces fue cuando me indigné. Tenía que madrugar para ir al trabajo y necesitabadescansar y dormir. Y el vecino paseándose arriba y abajo sin parar y sin la más mínima consideración. Como no se podía hacer nada me puse a maldecidlo, a quererle mal. Y pensaba:
- Mañana subiréarriba y le partiré la cara.
En aquel tiempo era joven y podía hacerlo. Al día siguiente subí al piso de arriba y fue entonces cuando me enteré de que el hijo de mi vecino había muerto aquella...
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