Cuento

CAMINO A TU CORAZÓN

Es una hermosa tarde de invierno y mi familia se ha reunido para comer una rica paella que mi nuera preparo, mis hijos están colocando la mesa, mientras mis 2 nietos, Sofí y Alex rodean la mecedora que se encuentra junto a la chimenea, entonces camino lentamente hacia aquel lugar, pero mis dolores de espalda me impiden sentarme sin expresar un gemido de cansancio, esasí como comienzo a recordar mi juventud y recuerdo la historia de como conocí al amor de mi vida:
Eran los años 70’s a las 6:45 en la vieja estación de trenes del D.F. cuándo esperaba el tren que me llevaría cerca de la colonia de los Ángeles, en donde se hallaba el departamento que compartía con mi amigo Luis, el cuál me convenció de salirme de mi casa para trabajar juntos y tener una vida mejor.Dieron las 7:00 y el tren llego a la estación, lleno de gente ansiosa por bajar; espere hasta que este estuviera casi vacío e intente entrar ante un remolino de gente que me empujaba por detrás. Escogí un asiento que se encontraba hasta atrás, oscuro y solitario, como si este estuviera abandonado desde hace años, al sentarme sentí un objeto que obstruía el espacio para mis pies, así que meagache y recogí una clase de maletín color café, alce la mirada y voltee hacia mi alrededor y solo vi personas durmiendo en sus asientos, a dos obreros que platicaban y reían de sus anécdotas, así como a un niño que lloraba porque su madre no le quería dar una paleta que cargaba en su bolsa, así es que me di cuenta que esa maleta no tenia dueño alguno, entonces espere a llegar a mi destino y baje conesta en la mano, apresurando el paso, puesto que oscurecía y las calles se llenaban de delincuentes que podrían asaltarme.
Al llegar al departamento puse la maleta en una mesa y calenté una olla con café en la vieja estufa de petróleo, espere a que llegara Luis con el pan que compraba diariamente en la tienda que se encontraba en la esquina de la construcción de un centro comercial en donde éltrabajaba como albañil.
Entro al cuarto muy cansado y se sentó para compartir la cena, al ver la maleta me pregunto que de quien era y le conteste que no lo sabia, entonces me cuestiono
-¿Eduardo, acaso has robado esta maleta a alguien?
-No-Respondí con un cierto tono descontento
-¿Entonces como la tienes en tu poder y sin saber de quien es?
Fue así como le conté la anécdota de como tenia estamaleta y como la encontré; el sonrió y me incito a abrir esa maleta para ver si acaso se encontraba dinero.
Debo de admitir que en esos instantes me dio algo de miedo abrir la maleta, puesto que en mi mente pasaron varias imágenes que me alertaban que podría ser una bomba o millones de pesos, que luego me harían el ser cómplice de algo terrible. Todo este drama termino cuando se escucho unchasquido del broche dorado que cerraba el maletín.
Al ver lo que había dentro nuestra cara fue de asombro. Encontré unas cuantas monedas de oro, una pluma fina, un retrato de una hermosa dama y un diario.
A Luis se le ilumino la mirada al ver las monedas de oro y con una expresión de alegría me dijo:
-Mira Eduardo, son 12 monedas de oro, que te parece si las dividimos en partes iguales? Vamoshombre, que no somos amigos?-
-Mmmm, no lo sé, apenas y estoy asimilando este hecho-Exclame
-Acaso piensas quedarte todo tu?-
-No, para nada, es solo que no creo que sea lo correcto, esto no es nuestro-
-Estas loco!- Grito
Baje la mirada y mi pensamiento se fue hacia otro lado, no podía tomar esa decisión en esos momentos, era una impotencia enorme, tenia que hacer algo, pero mi conciencia me decíaque si gastaba el dinero estaba mal, que tal y quien olvido la maleta necesitaba el dinero y las demás cosas tenían un valor simbólico, esa noche no logre dormir.
A la mañana siguiente salí a la calle, trabajaba en la zapatería de Don Simón, elaborando y componiendo calzado, no ganaba mucho, pero si lo suficiente para vivir. Ese día le deje una nota a Luis en donde le decía que no tocara nada...