Cuento

Unas buenas piernas
Hace algún tiempo vivió una rana en los charcos pantanosos de la selva subterránea. Todo transcurría con normalidad en su vida, tenía familia y amigos, aunque no todos eranranas había aves, monos, iguanas incluso algunos insectos, todos ellos querían a la rana tal cual era. Sólo había un problema y era que la rana no quería ser rana y tampoco quería vivir en el pantano.Ella decía que estaba destinada a vivir en la cuidad, y aunque ella no conocía la moderna civilización, soñaba con estar entre la gente, sus edificios y automóviles. Pensaba en muros de concretos ypiletas de elegante vidrio. Ella se pasaba el día despreciando a los árboles de su pantano, odiaba el cantar de las aves por la mañana o al caer la tarde, decía que cuando llovía se le resecaba lapiel; en fin se sentía completamente ajena al lugar.
Fue tanto el desprecio que la pequeña rana anidaba que empezó a tratar mal a sus amigos del pantano, refunfuñaba por todo y hasta llegó a decirle ala mamá que la odiaba por ser una rana de pantano y no de ciudad. Su madre muy dolida se escondió en la cavidad húmeda de la corteza del árbol más adentrado del pantano, y allí se quedó, pensando.Ocurrió entonces lo impensable. Se oyeron voces humanas en el pantano, pasos agigantados, había luces artificiales, lámparas, una pequeña sierra que cortaba todo a su paso; los animales empezaron acorrer y llorando se escondían. La rana, confundida, buscaba y buscaba su madre sin resultado. Se quedó quieta junto a otras ranas que dormidas no se percataron de nada.
La rana oyó que dijeron: “estasestán perfectas”. Los intrusos comenzaron a tomar las ranas y las guardaban en cajas. La rana en ese momento, aunque un poco asustada, pensaba que su gran día finalmente había llegado, que por fincumpliría su sueño y sería aclamada por toda la ciudad.
Ya estaba la rana en su soñada pileta de vidrio y a diario hacia ejercicio y se ponía bella, cada noche, a la pileta se acercaba la gente y...