Cuento
El mundo se detuvo por un momento y pensé: Ingeniería, CLARO! Una ingeniería según mis profesores yosoy una pequeña geniecilla. Sería lo ideal, pero después la pregunta surgía ¿En realidad quieres hacer eso toda tu vida? Titubeaba un poco, y pensaba en otra cosa. ¡YA SE! Amo los animales, veterinaria. SI! Veterinaria! Pero espera…odio todo lo que tenga que ver con lo médico, ¡IMAGINATE! Ver un perrito morir en mis brazos o una pequeña paloma con el ala rota, oírlos llorar e incluso tratar demorderme. ¡NO! Amaba a los animales pero no quería verlos sufrir.
Termine por aventarme a la cama, con la cabeza hecha un nudo, me recosté a leer un buen libro con la esperanza de relajarme, cuando volteo hacia la pequeña ventana que estaba enfrente de mi cama, un hermoso pajarillo con colores radiantes estaba parado en el árbol frente a mi ventana, era la imagen más preciosa que había visto, pequeñosrayos de luz hacían reflejo con las gotas que quedaban en las hojas de los árboles.
De inmediato pensé en tomarle una foto, apresurada busque mi teléfono celular, BATERIA BAJA! Rayos! Había prestado mi cámara fotográfica a una compañera del colegio para que tomara fotos en sus vacaciones. Me quedaba sin tiempo, así que corrí al despacho de mi padre a pedirle su teléfono celular, no estaba ahí.Un poco decepcionada voltee hacia uno de los estantes, una cámara vieja que el abuelo había otorgado a mi padre tras su muerte estaba ahí, sola y empolvada como todos estos años, nadie se había tomado la molestia de ni siquiera limpiarla un poco, según mi madre esta no funcionaba para nada ya que era muy antigua, al quedarme sin opciones decidí tomarla, ¿Qué podía perder con probarla?
La saque,di un pequeño soplido para quitarle el polvo de encima la limpie con mi blusa y corrí hacia mi ventana. Me impresiono el ver que el ave seguía ahí, nada se había movido me apresure a tomar la foto: CLICK! LA CAMARA FUNCIONA!-Exclame-
-Claro que funciona niña, que no vez que hermosa fotografía habéis tomado.
Mis ojos se abrieron tanto que parecía que se saldrían de su lugar.
¿Quién dijo eso? –Dije con un poco de miedo –
Por aquí! –
Era la misma vocecilla que la anterior, voltee a todos lados hasta que finalmente agache la cabeza un poco. Tras el cristal la pequeña ave brincaba y me hacía señales extrañas. Abrí la ventana y el ave entro volando rápidamente. Me asuste y empezó a espantarla con un trapo viejo que se encontraba en el sillón. De pronto la vocecita volvió:
¿Hay necesidadde tanta agresividad? – Mi corazón se aceleró, no podía creerlo, el ave estaba hablando ¿Por qué? Las plantas no hablan, los animales no hablan. ¿Cómo puede ser posible?
Corrí a esconderme en el armario, cuando el avecilla se atravesó en mi camino.
-Vaya! Sí que te vez asustada, los humanos no suelen asustarse con nosotros las aves al contrario, ellos nos asustan a nosotros con todas esasextrañas armas y especies de cárceles.
-¿Qué? ¿Qué está pasando? ¿Por qué puedo entenderte?
El avecilla se rio un poco de mí y exclamó:
Deberías sentirte afortunada niña, habéis utilizado la cámara mágica.
Extrañada le conteste:
-¡Cámara mágica!?
- SI! Cámara mágica, mis padres me han contado de esta maravillosos artefacto, tu abuelo creo esta cámara con el propósito de poder entendernos...
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