cuento
Damián ignoraba que el terror ahora lo asechaba en su propia casa.
Concluida su cena miró televisión un rato y luego fue a acostarse. Se durmió rápido, descendiendo después al mundo delos sueños. A ese mundo pueden acceder también otros seres.
Se encontró de pronto avanzando hacia una multitud iracunda que se agolpaba en la callejuela de un pueblo rural. La gente vestía con ropasantiguas; aquello era el pasado. En la calle venían dos bueyes tirando de un carro, y sobre dicho carro había una jaula, y dentro de ella una bruja. La gente le arrojaba cosas y la maldecía a losgritos, levantando hachas, orquillas y azadones. Algunos niños se abrían paso entre el gentío, todos querían ver, pero tras el primer vistazo a la bruja se ocultaban detrás de un mayor. La bruja ibamaldiciendo a todos y pronunciaba algunas palabras que nadie entendía.
Aquella mujer era flaca, pero tenía el abdomen notoriamente hinchado, rasgo físico que se sumaba a otros más desagradables, puesera grotesca por dónde se la mirara.
Detuvieron el carro en una plaza, y los tipos más fuertes del pueblo fueron a sacarla de la jaula.
Los hombres tuvieron que usar todas sus fuerzas paraconseguir someterla, y mientras duró el forcejeo algunos se apartaron porque temieron que la bruja se soltara, y los gritos decrecieron en la expectativa. Pudieron controlarla pero no inmovilizarla del todo.La bruja se retorcía entre gritos y maldiciones. Por instantes ella pasaba la mirada por los presentes más próximos como queriendo memorizar sus caras, y cuando sus ojos grises se fijaron en...
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