Cuento

UN MUY ESPECIAL DÍA, COMO CUALQUIERA

Era un día como cualquiera, la luz del sol apenas se empezaba a asomar, el aire corría de manera amigable, se sentía fresco y limpio; se oían los movimientosdel pasto, las hierbas y uno que otro árbol; y ahí dentro de esas tierras de pasto se encontraba él.

Yacía ahí él, chiquito, cómodo, calientito, con una pata sobre su mamá, la trompa sobre su papá yen su cara una sonrisa placentera, de tranquilidad y de inocencia; cubría sus ojos con una de sus orejotas disfrutando de los últimos momentos de sueño acurrucado entre sus padres.

Y, exactamentea la hora acostumbrada día con día, estiraba su pata de tal manera que empujaba a su mamá con mucha fuerza; estiraba su trompa y la dejaba caer con todo su peso sobre su papá y por último movía suorejota dejando al descubierto la mitad de su ojo derecho, les echaba un vistazo a sus papás y, de repente, de un brinco ya estaba de pie.

_ ¡Vamos que se hace tarde y hoy tenemos muchas cosas quehacer!_ les dijo a sus padres muy emocionado. Hoy era su cumpleaños y estaba muy contento porque ya cumpliría 3 años y haría cosas que antes no podía, puesto que estaba pequeñito.

Pequeñito, así ledecían, y sus papás se pasaron la mayor parte del día alistando todo para la gran fiesta, invitaron a todos sus primos y a sus amiguitos también, quedaron un poco cansados pero estaban dispuestos adisfrutar de la fiesta.

Todo estaba tan bonito y Pequeñito y sus papás esperaban que llegara el primer invitado cuando, de repente, empezó a caer una lluvia muy fuerte que destruía poco a poco todoslos arreglos y la comida preparada; la cara de alegría, felicidad y emoción de Pequeñito cada vez se iba transformando más y más en tristeza y desilusión. Permanecieron bajo un árbol hasta que la lluviacesó.

Salió nuevamente el sol, más brillante que antes, los extensos y verdes pastos quedaron deslumbrantes y a lo lejos se veía un arcoíris que enmarcaba aquella vista maravillosa. Pequeñito,...