Cuento

Mi abuelo era un hombre mulato y fuerte que en su labor de artesano iba de visita a diferentes lugares para ofrecer su mercancía.
Recuerdo además que era muyautónomo, cargaba siempre una talega en la que llevaba su tabaco y su receta para la tensión alta, que consistía en un bebedizo de cereza. Sólo con esto emprendíalargos viajes en los que vivía aventuras extraordinarias, que después se transformaban en historias.

Un día se encontraba de camino al orfanato en la provinciaespañola de Navarra, mientras menudo suceso llamó su atención:

La locomotora del tren en que viajaba, dio un severo vuelco tratando de esquivar algo atravesado en lacarrilera. En semejante relajo, el abuelo se bajó de su vagón y corrió hacia adelante para ver que sucedía.
Al acercarse vio algo de un aspecto gelatinoso ybrillante que en la medida en que se unía con el vapor de la locomotora, cambiaba de un color amarillo a rojo brillante amenazando con ser algo dañino. Mi abuelo le dioun manotazo a aquella cosa gelatinosa y entonces exploto quemándole la cara y dejándolo inconsciente.

Horas más tarde, vinieron a auxiliarlo ya que el tren nohabía llegado a su destino. Llevaron al abuelo al hospital más cercano y allí cuando despertó, el médico le dijo lo que le había sucedido y que a pesar de ser undaño locativo, estaba en una situación muy delicada. Había perdido mucho colágeno, para lo cual debía someterse a un tratamiento intenso de vitamina A que regula lasglándulas sebáceas y estimula la producción de colágeno.

Y así termino esta historia el abuelo quedándose de nuevo en silencio, con su mirada al infinito.