Cuento
Alguien ha dicho que la infelicidad es el hambre de adquirir y la felicidad el hambre de dar. No se percata de ello quien se queja por no teneramigos. La amistad no es un quehacer usurero, sino un intercambio de ánimos recíprocos. No es posible que quien lo reciba todo sin dar nada, pueda experimentar los goces de una plena amistad. Un tristeaspecto de la sociedad contemporánea es el terrible sofoco de la amistad por la mera cacería del dinero. Esto no excluye a ningún sector social, cultural o económico. ¿Es que acaso hay algo más desoladoren este mundo que disponer de mucho dinero y no contar con un leal amigo? ¿De qué sirve el éxito material si para llegar a él hay que sacrificar la amistad? Es posible tener cientos de conocidos,pero los conocidos no son amigos, así de simple. Hay multimillonarios que desconocen el lujo de la buena amistad, pues no merece este nombre aquel postizo e hipócrita afecto dado como halago o lisonja enla prosperidad, ya que se alejará a la primera señal de infortunio.
Una gran amistad es igual de constante, tanto en los esplendores de la vida como en las tinieblas de la desgracia. Cuando noexiste, tampoco hay una completa relación con los padres o la pareja, ni siquiera con los hijos. Quien, cuando la justicia lo exige, familiar o amigo, es menos valioso que el rigurosamente justo, sincero yfranco. La verdadera amistad no puede apoyarse en la simulación y el engaño, sino en la sinceridad de la defensa, animando al tímido, decidiendo al vacilante, convirtiendo en positivo al negativo....
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