Cuento
Sarah.
Por Erica Castillo Barradas.
Sarah.
Reina Isabella
-Claro que no me veré muy mal.
Pasaron los días y Alejandra intentaba realmente poder hacer los ejercicios que la maestra Rita le había dadoAlejandra para que pudiera ayudar a Sarah, pero realmente Jade no respondía muy bien pues se decía así misma que no podía y se rechazaba una y otra vez al espejo.
Faltaban tan solo 2 días para el baile y Sarah reamente no pensaba asistir y quedarse en su recamara
-para que voy a ir, me veré terrible no tengo un vestido tan hermoso como todas las chicas, se burlaran de mi y será aun pero, no quieroir Alejandra.
- No hay escusas Sarah, yo tengo docenas de vestidos y te puedo prestar uno te veras demasiado hermosa, vamos no seas aburrida, todas las chicas estarán ahí, y por supuesto todas conoceremos a un guapísimo Príncipe.
- Solo por que eres mi mejor amiga iré pero no pretendas que baile con alguien.
- Acaso estas demente, eres la mejor bailarina en toda la clase, eres capaz deconquistar a cualquier príncipe Sarah.
Se regocijó con dicho cumplido por su amiga.
-Sarah levántate, ¡Hoy es el gran día!
- Alejandra, es muy temprano.
- acaso estas demente, tenemos que ponernos hermosas, tenemos que peinarnos, ponernos el vestido, hacer nuestros deberes, vamos Sarah arriba.
Por supuesto fueron las primeras enestar en el desayunador, Alejandra consideraba que era el día indicado para que si amiga se sintiera la princesa más hermosa de todo el colegio.
Alejandra conservo uno de sus mejores vestidos para Sarah, era una tela hermosa con unos detalles florares muy de moda, perfectos para la ocasión.
-Alejandra, esto es demasiado para mi, este se vería hermoso en ti.
-Claro que no, es perfecto para tiamiga y no aceptare un no como respuesta.
Llego la hora y todas las chicas estaban emocionadas por la llegada de todos los príncipes. En seguida Sarah vio a un muchacho muy apuesto, sin pensarlo se puso sonrojada.
–Hace días que no llueve, pensó – si se queda aquí mañana ya estará mustia. La llevaré a casa y lapondré en aquel jarrón tan bonito que me regalaron. Y así lo hizo. Con todo su amor puso la rosa marchita en agua, en un lindo jarrón de cristal de colores, y lo acercó a la ventana.- La dejaré aquí, pensó –porque así le llegará la luz del sol. Lo que la joven no sabía es que su reflejo en la ventana mostraba a la rosa un retrato de ella misma que jamás había llegado a conocer.
-¿Esta soy yo?Pensó. Poco a poco sus hojas inclinadas hacia el suelo se fueron enderezando y miraban de nuevo hacia el sol y así, lentamente, fue recuperando su estilizada silueta. Cuando ya estuvo totalmente restablecida vio, mirándose al cristal, que era una hermosa flor, y pensó: ¡¡Vaya!! Hasta ahora no me he dado cuenta de quién era, ¿cómo he podido estar tan ciega? .
Tu eres como una de todas estas rosasblancas, tan hermosa y tan frágil que te han hecho pensar que eres lo contrario, (en seguida saco un espejo e hizo que se viera al espejo), ahora te toca decir a ti, lo hermosa que eres, todas tus cualidades que yo e podido ver en ti Sarah, por que eres más de lo que crees.
Sarah se miro al espejo, cosa que no muy a menudo lo hacia y pudo ver lo hermosa que era lo que era realmente que teniauna hermosa mirada, que sus labios eran tan rojos como una manzana, y que podía ser capaz de llegar hacer todas las cosas que se propusiera.
Y sabes algo, eres una de las mejores bailarinas que e conocido, y quiero que me concedas esta pieza de baile.
Pero no hay música, ¿Cómo es que vamos a bailar?
La música no la necesito, solo imagínatela y siéntela que tu cuerpo podrá bailar sin ningún...
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