cuento
Ya faltaban pocos minutos, Laura estaba tan agitada que cuando toco el timbre rompió dos platos, un vaso y piso una cuchara.
Laura se decía a si mismatodo el tiempo: ¿Quién será?, ¿Quién será?, (cruzando los dedos).
Cuando abrió la puerta, ¡sorpresa! Eran Nora y Talía, con las bebidas y una bolsa de papitas extra, por si María traemuy pocas.
Laura, Nora y Talía, jugaban adivinar que chica llegaría.
¡Triiiiiin! Sonaba el timbre y por la forma en que tocaba, ellas deducían quien era. Su compañera Lorena traíajuegos de mesa y libros para leer.
Todas salieron al patio para esperar la próxima invitada. Desde ese lugar Laura y sus amigas se vieron un auto gris oscuro que al parecer era elvehículo de los padres de Silvia. Porque pegado al parabrisas estaba el rostro de Silvia y junto a ella traía el maquillaje prometido. A la orden de los padres de Laura todas entraronadentro.
¡El timbre!, exclamó Laura. Y por fin llegó María con una bolsa de plufitos gigante, tres bolsas de chizitos, dos bolsas de papitas (con la de Nora son tres), cuatro bolsaspequeñas de palitos y una bolsa entera de caramelos y chupaletas.
-Teníamos hambre, pero no tanto, dijo Silvia.
-No debí traer una bolsa de papitas extra, agregó Nora.
-Laura vos dijisteque ibas a traer unas películas y Cd de música para escuchar. ¿Las trajiste?, preguntó María
-Sí las traje.
Y las chicas disfrutaron toda la noche jugando juntas, divirtiéndose con losjuegos de mesa, maquillándose, escuchando buena música, viendo películas y comiendo hasta no poder más. Luego durmieron hasta el amanecer.
Autora: Ana Josefina Scheurer.
Regístrate para leer el documento completo.