Cuento

N/A: Bien, las Cursivas son pensamientos. Como ya te había mencionado, casi todos ellos tienen grandes habilidades telepáticas, espero que no te confunda…
Disfrute escribir esto, más porque imaginé más la mente de Ren que las acciones que realizaba. Hay un espacio bastante largo desde que Theren termina su historia hasta que Ren inicia la suya, así que no desesperes, pondré un drabble sobrelo que pasó en ese momento, pero eso será después...
Gracias ´por leer y aguantar mis burradas.
*Theren…*
-No debes temer, Ren…-escuché a Kazuo, con el arco entre mis manos mientras buscaba un blanco posiblemente en movimiento, lo cual requería toda mi concentración.
Uno pensaría que era un día de caza normal, pero no era así. Le hicimos creer a Ren que se trataba de deporte -si bien yo soy unexperto en el arco, no lo presumo- para que nos acompañara, a petición de mi padre, y viera lo que es capaz de hacer nuestra raza.
Mis hermanas también habían venido al igual que dos de mis hermanos para, juntos, buscar al responsable de la destrucción de una estatua en la entrada de la plaza de Esmelor la noche anterior-era obvio que no había sido un humano pues los humanos no tienen dientesenormes capaces de dejar la marca de una mordida en una estatua de esmeralda pura-. Mis hermanos iban en parejas, Lirit con Shizu, Lawliet con Kazumi, Dieliem con Natzu y a mí me tocó ir con Kazuo y Ren. Ambos jóvenes detrás de mi platicaban bajito. El ruidito que lograban hacer me desconcentraba, entre risas y platicas sin sentido sobre chocolate, dulces y café con leche. Gruñí bajito.
-¿Pueden yacallarse?-pregunté, con voz baja. Ren y Kazuo cesaron sus pláticas en una pausa casi cómica. Bufé sin muchas ganas. La flecha, tensa entre mis dedos, salió disparada al soltar la cuerda. Suspiré cuando vi mi blanco caer muerto. Ren tragó saliva sonoramente y escuché su mano en la playera de Kazuo.
-Era solo un ciervo…-lo escuché decir. Sonreí de lado, con algo de malicia. Un humano inocente aún,Theren, tranquilízate me dije, soltando un largo suspiro.
Kazuo, apartando con cuidado la mano de Ren, adoptó su forma bestial y se acercó a olfatear al “ciervo”. Lo tomó con sus enormes fauces y lo trajo frente a mí, dejándolo en el suelo. Mantuve a Ren detrás de mí, esperando que el “ciervo” no se levantara de la nada. Kazuo volvió a su forma humana y se colocó junto a mí, protegiendo a Ren.-Híbrido, viejo, entre 1500 y 2000 años, venía del Sur, aún tiene olor a perro mojado, pero también huele como el ejército de papá- gruñó con la vista perdida en algún punto en el suelo-. Tuvo trato con algún Licántropo antes de acercarse a Esmelor...-dijo rápida y suavemente hacia mí. Ren, detrás de Kazuo, solo veía la sangre escurrir de la boca de mi hermano mientras éste la limpiaba con eldorso de su mano. Yo bufé.
-¿Qué lo mató?-pregunté, sacando la flecha del costado del ciervo. En ese momento, Kazuo, mirándome casi con miedo, se transformó nuevamente en jaguar. Observé su reacción y vi que el ciervo volvía a su forma metamórfica. Resoplé, tomando a Ren por los hombros y protegiéndolo con mi cuerpo mientras Kazuo le quitaba la cabeza a esa bestia. Ren observó bastante entretenido elespectáculo, pero sabía que el ver a su amigo tomar la forma de un gato gigante y degollar a un hombre semi perro podría resultar bastante traumatizante aún para un joven de estómago fuerte como Ren- ¿Estás bien?-suspiré, mirándolo de reojo. Él asintió pausadamente.
-No llegó a tocarme-susurró. A los pocos segundos, Kazuo se nos acercó, agitado y parecía asustado, había descubierto algo alluchar contra esa bestia, algo que no me dijo, pero yo sospechaba aún antes de recibir ese ataque.
-¿Te gusta cabalgar, Ren?-preguntó mi hermano, mirando a los lados en busca de algo. Supe entonces que aún había peligro y también me puse alerta, sintiendo la tierra bajo mis pies solo a los alrededores. No parecía que hubiera nada desconocido en los 2 kilómetros más cercanos.
-No es mi actividad...