cuento

La muerte chiquita
Un cuento de Ignacio Loranca Frontana
¿Te ha pasado alguna vez detrás del cuello un pequeño escalofrió que sientes crecer y hace que chinita se te ponga la piel? Si en así no te preocupes de trata de alguien muy especial, alguien que vive muy cerquita: se trata de, la muerte chiquita
Sé que todos se preguntaran, ¿cómo es que la muerte a la vida puede engendrar?
Todoempezó una mañana cantarina, en que la muerte grande para su jornada se preparaba, y junto a su esposa la catrina, atole y tamales desayunaba, alguien llamo a la puerta, y la catrina la abrió presta, un retoño en un pequeño moisés se encontraba dormido a sus pies, denle un buen hogar, decía la nota con la que él venía y entre sus brazos la catrina le entrego a su esposo conmovida.
Y así la muertese convirtió en padre, con un menor disgusto
- Algo bueno saldrá de esto.
Le respondió a su esposa.
- Un sucesor para mi trabajo, ay que enseñarle mientras joven y descansar de mi esfuerzo aciago.
Pensó en resumen.
De forma como sopla el viento, paso con velocidad el tiempo. Y la muerte chiquita creció, para las labores de su padre aprender, este lo llevo a su trabajo conocer.
Unaardilla la carretera cruzaba, campechana, desinhibida y con riza, la muerte con su hijo al otro lado de la calle esperaba, mientras los autos corrían de prisa. Al llegar al otro lado de la calle la petrigris, con sorpresa vio alas calacas, volteo a ver a la mitad de la calle que un auto la apachurraba.
Y la muerte chiquita veía que su papá a la ardilla se la llevaba, muy lejos de su propia casa, muylejos de donde vivía y mientras su madre la ropa lavaba, de su padre las lecciones escuchaba.
- Para una muy buen muerte ser, a asustar primero debes de aprender.
Esos niños que jugaban a pimpón y Doña Blanca, serian su primera lección de infringirles el temor, ve y no pierdas tiempo, su padre lo incitaba emocionado de encontraba, ante tan buen miramiento.
- Qué bonito disfraz
Dijo esaniña que se llamaba Ana, no le falta el antifaz, juega con nosotros ya sea hoy o mañana y de buenos amigos se hizo, Pedro, Juan y Mauricio. Aunque esto a su papá le dio mal Juicio y los saco de quicio.
- Ya basta de tontas coplas!!!!
Dijo su padre malora y todos asustados huyeron cuando ala calaca vieron.
- ¿Qué le pasa a esa niña, por qué no corre despavorida?
Y es que Ana era muyvaliente y la muerte le valía un sorbete, un punta pie dio a la muerte, quien de dolor lloro como demente y Ana se fue corriendo presta a su hogar, sonriendo y a casa la muerte se llevó a su hijo, porque su lección no había aprendido, sin cenar si quiera un higo.
- Debes permitir que se divierta, dijo la catrina muy seria. Tu hijo aun es un niño y mucho trabajo puede ser dañino.
Muy contento se fuecon permiso a jugar con Ana, Pedro, Juan y Mauricio, a la roña, las traes, escondidas y alguna otra canción desconocida. Y así a diario pasaron los días, jugando con mucha alegría, los amigos eran la mejor compañía, que cualquiera merecería. Los días de juego y alegría pasaban con singular parsimonia y la muerte grande con su esposa la catrina de su hijo se enorgullecían.
Una mañana en que papáse preparaba con extrañeza buscaba su guadaña, ¿Dónde la dejaría? No la encontraba, tal vez su hijo la guardaba, y por toda la casa y comedor en un cajón apretujado, dentro de un cajón, ratas y cucarachas no tenían la guadaña ¿en dónde estaba, su herramienta preciada? y se asomó a la recamara, el estudio y hasta dentro de la tina, para hallarla finalmente con la catrina en la cocina.
Piloncilloy calabaza picaba, para preparar la capirotada y utilizando la guadaña con finura la cortaba, ya las fiestas se acercaban y la comida la catrina preparaba, su trabajo era ayudar la muerte, a que siempre trabajara fuerte, con cierta monotonía, los días corrían, papá trabajando, mamá cocinando y la muerte chiquita con sus amigos jugando.
Pero no todo era felicidad un día no paraba en que Juan...