Cuento
Hacía frío. ¡Brrr! ¡Friísimo! Réquete frío.
Adentro de las casas había que prender horno, hornallas, velas, estufas... ¡Hasta fogatas! Con tal de calentar un poco el lugar.La leche, tomarla de un trago, porque si se quedaba un rato sobre la mesa, se convertía en helado. (Y la taza en cucurucho).
La comida, se enfriaba en el tiempo que tarda un tenedor en ir desde elplato hasta la boca.
La gente se ponía encima cuanta ropa encontraba en su ropero. Y para dormir, con pijama, tapados, gorros y guantes, se metían debajo del colchón cubierto de frazadas.
Bañarse??¡Brrr! Era parecido a ir a la guerra. A todo al q se bañaba en aquellos días, sin protestar, se lo consideraba HÉROE NACIONAL.
Fuera de las casas todavía era peor. Para hacer las compras, había qponerse bufanda hasta en las uñas. Al caminar, los pies se endurecían como témpanos, y al hablar las palabras se hacían copos de nieve.
Pero… ¡qué digo! Si hubo que vestir a los monumentos, que de tantotiritar corrían riesgo de derrumbarse.
Los árboles, pelados x el otoño, se agarraron todos una gripe. Y fue ésa, la gripe de los árboles, la q provoco el desastre mayor. Lo que en la historia serecuerda, como. “La famosa invasión de los estornudos”.
Sí, la invasión de los estornudos, el ataque de un poderoso ejército de “Atchís” que ocupó la ciudad apoderándose de todo y de todos.
-¡Hola atchís! Decía uno
- Cómo te va atchís? respondía el otro
Salió la moda atchís, la música atchís, las remeras atchís...En resumen entre el frío y el “atchís” ya no se podía respirar.
Doñajuanita juanura, una vieja tejedora de la ciudad, creyó q con sus lanas y sus agujas ya nada podía hacer x su gente. Y envío una carta al sol, a su amigo sol, que entonces descansaba tranquilo trasuna nube.
-¡Socorro amigo! Decía la carta – nos vamos a morir todos de frío!
El buen sol leyó el mensaje. Sin pensarlo, arrancó sus rayos y empezó a ovillarlos como lana. Hizo una montaña de...
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