Cuento

Era de mañana en camino a mi primer día de clase, cursaba el segundo semestre, todo es tan perfecto y tengo la intención de progresar cada vez más académica mente, mis padres decían que no debo de fiarme de mucha gente, que no todos siempre me van a sacar adelante y que a pesar de ello sino progreso me hundo con ellos, yo pienso que solo son mis compañeros y viviré experiencias fascinantes alado de ellos.
Llegue exactamente 5 minutos antes de la hora de entrada, pues me levante un poco tarde como para tomar el camión, sin embargo, fue de suerte que al momento de salir a la parada paso en el momento exacto que esperaba. En camino hacia me aula de clase entre muy solitario, ya que no conocía a nadie a excepción de uno que solía hablarle un poco, su nombre era Eduardo y así se fue dando,cada día empezaba a hablarle un poco más hasta reforzar mejor aquel compañerismo y no sentirme tan solo en el aula.
El primer mes empezaba a comenzar a hablarles a un poco más a mis compañeros, al fin era viernes en clase de química y fue donde aprovechaba los tiempos en que el profe se quedaba dormido y hablaba con ellos por pausas. Solo eran pláticas sin sentido
Al comienzo de las clases defísicas, nuestro maestro siempre nos aconsejaba sobre los malos caminos que tomamos durante el curso de la preparatoria, un ejemplo muy claro era que nos decía mucho que nos dejáramos de niñerías y que nos pusiéramos las pilas porque ya estábamos en prepa y que ahora era cuando para poder reforzar y tener en mente nuestro futuro, a veces nos repetía que tomáramos en cuenta las amistades con las quenos juntáramos, porque a consecuencia de ello, ellos serían los que marquen nuestra situación académica durante el curso del semestre. Yo siempre me opuse a eso que decían, nunca creí en que los amigos o los compañeros fueran los que te desviaran un poco de tu camino a seguir.
Así se fue dando durante el semestre, conocí a ciertos tipos en el salón que decían muchas cosas con las que podía reíry hablar con ellos, aunque siempre sabía que no era de confiar plenamente en ellos, tenían esa pinta que no me lo permitía. A mediados de semestre habla con Eduardo, no tanto como al inicio, solía decirle que tenía una sensación que si seguía hablándole a esos compañeros, o camaradas como les decía, me situación académica bajaría, Eduardo no solía seguirme cuando estaba con ellos porque él teníaen mente como objetivo pasar todas sus materias en primeras, ya que el primer semestre quería cambiarse a la preparatoria 25 que se localizaba más cerca de su casa, nosotros estábamos en la 9.
Seguían los días y me daba cuenta que aquellos “camaradas” cada vez les importaba menos entrar a clases, preferían salirse y fumar un poco, las veces que entraban hablaban sin importarles el maestro queestuviera dándoles una impresión mala como alumnos, yo queriéndome sentir más aceptado por ellos les seguía la corriente cuando me distraían en clase, solía burlarme de quienes ellos señalaran o hablaban. Aún faltan 3 meses para terminar el semestre, y del inicio de los curso a este momento provoque una mala intención de mis maestros por juntarme con aquellos camaradas, ya que me estaba haciendo menosaplicado y con pensamientos más idos o pasajeros. Y toda aquella buena impresión que les tenía se derrumbaba poco a poco.
Un día llegando de la prepa llegue pensando de que sería de mi si me seguía juntando con ellos, me sentía cada vez más decepcionado de mí, fue entonces que le conté de todo aquello a mi padre.
-Oye papá me habría gustado cambiarme de grupo desde un principio de semestre,conoció a unos compañeros que, bueno para mí, sé que son buenas personas pero todo lo relacionado al estudio no les importa.
-Si son así, ¿porque aun sigues juntándote con ellos? Sabiendo que son mala influencia para ti, tus eres todo lo contrario a ellos- me decía mi papa.
-Tienes razón, desde un principio mi principal enfoca miento siempre ha sido terminar la prepa con un cien por ciento.
-No...