Cuento

SOFÍA, PEQUEÑA Y FRÁGIL SOFÍA





















Tu espalda blanca ilumina mi rostro, he contado tus lunares un millón de veces, te se de memoria con mis manos, con mislabios y tu siempre estás tan callada

- Pero, ¿que podrías decir ya?

- Al… beeert… Camu… - susurra Sofía, mientras intenta ver el titulo del libro que leo antes de dormir

Pobre Sofía que sabestú de estas cosas.

Tomo su cabeza con mi mano izquierda y la acaricio, y ella agacha las orejas como un cachorrito consentido, beso su frente y la acerco a mi regazo en silencio, en nuestroacostumbrado y mortal silencio, pero que puedo ya decir, o que puede ya decir Sofía de todo lo que ha ocurrido.

Otro día de espera, de llevar el trabajo al jefe para que me lo regrese una y otra vez, hastaque finalmente me diga:

- Trae la primera impresión que hiciste, nos quedamos con esa

¿Por qué Julio tiene esa facilidad tan única de fastidiar mis mañanas? Se debe tratar de un hábitoadquirido, uno de esos consejos que se dan entre gerentes supongo.

No quiero llegar a casa, no voy a tomar el almuerzo con Sofía

- ¿Que estarás haciendo sin mi? Sola en la mesa, pensando por qué nollego sin decidirte a comer algo sin mi.

Pero no puedo pensar ahora en ella, no me queda cabeza y tampoco corazón para dártelo a ti Sofía pequeña. No sabes otra cosa que amarme sin razón.

-¿Recuerdas como te gustaba la lluvia? Parecías niña cuando el cielo crujía, lo disfrutabas y yo disfrutaba verte sonreír. El tiempo me ha dado la razón, no existe una segunda oportunidad en el amor, eso lodebes saber ahora que no hago más que pensar en ti, en tu risa fácil, tu dorada piel y esos ojos intrigantes, que jamás llegué a descifrar.

Carajo, no puede ser, carta de Tía Martha, por qué? ¿Porqué tiene que acordarse de mi cuando el Diego triunfa o se gana el Mundo, por qué? Diego, este mundo es muy pequeño para ti, deberías pegarte un tiro y ya, pasar a un mundo mejor, uno de altura, un...