Cuento
Elpadre de la joven, un importante empresario, cayó, de la noche a la mañana, en la pobreza. Por lo tanto la madre de esta, murió de una terrible depresión ante el presente suceso.
Así que padre e hija,habituados a la comodidad que acarrean las riquezas, vieron con desengaño, cómo sus amigos de los buenos tiempos ahora se iban alejando.
Pero padre e hija, aceptaron los hechos con dolor y a la vezun poco de resignación.
Un día en que el padre hacía un viaje de negocios para intentar recuperar ingresos, tenia que llegar a Central Park pero se perdió en la grande ciudad de Nueva York. Y,comprendiendo que su situación era peligrosa, se encomendó a
su Dios y, éste, escuchando sus anhelos, le hizo divisar muy pronto una mansión cercada por una reja. Así que se acercó a élla pararefugiarse, al no haber otra opción.
Llamó a la puerta y, como nadie contestó, entró en la mansión, recorrió todos los ambientes lujosos, hasta llegar a una espléndida mesa que estaba servida y comió cuantopudo. Cuando sació su hambre, eligió un amplio y mullido lecho y se echó a dormir.
Al día siguiente, al continuar el recorrido por la gran mansión, halló en la cochera un Ferrari perfectamenteafinado. Montó en él y, abandonando la señorial mansión, se alejó tranquilamente.
Apenas hubo avanzado un trecho, se encontró con un hermosísimo jardín, poblado de exóticas y aromáticas flores. Nopudiendo resistir la tentación de recoger, se bajo del auto y arrancó una linda flor para llevársela a Bella, su hija. Apenas arrancó la flor, el suelo comenzó a temblar y apareció una bestiahorripilante, diciendo:
- ¡Insensato! ¡Yo te proporciono el deleite de ver y palpar estas flores, y tú me las robas! Morirás al punto, desdichado. ¡Encomienda tu alma a Dios!
El hombre repuso:
-...
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