Cuento.
Han pasado 5 años desde aquel suceso que marco mi vida, es muy curioso porque cada vez que intento recordar todo lo que paso ese día mi mente se nubla y todo parece un sueño, sin embargo en mi corazón sé que fue real.
Después de la muerte de mama cuando tenía 7 años, mi padre tomo un gusto por ir cada año a visitar una cabaña en medio del bosque donde al parecer ambos seconocieron. Él es entomólogo, así que también aprovecha este viaje para hacer algunas investigaciones.
Ese día comenzó muy normal, el camino por la carretera no tuvo nada de especial, más que la música del radio que cortaba el silencio del auto. Yo en ese momento aún era muy reservada para tener algo de qué hablar con papa y él siempre se ponía muy melancólico en este viaje como para entablaruna conversación.
Una vez que entramos al camino de terracería que nos llevaría a la cabaña me concentre solo en sentir la brisa con olor a pino que brindaban los árboles y a ver el follaje de los mismos, por un momento me olvide por completo de todo, me dedique solo a sentir el viento en mi cabello y a ver a mi alrededor. Nada parecía distinto, el mismo bosque sin cambio alguno, hermoso comosiempre claro, pero sin nada nuevo que observar. O eso creía hasta que por un momento vi como un resplandor pasó volando junto al auto en sentido contrario y se ocultó entre algunos arbustos.
-¿Pero qué rayos?-Murmure para mi mientras giraba mi cabeza para ver si encontraba algún rastro de ese destello. Sin embargo no encontré nada. En ese momento el carro brinco de forma brusca.
-¿Losiento, siempre olvido que el camino está empedrado a partir de aquí, te encuentras bien Cristal?-Dijo mi padre mientras bajaba la velocidad del vehículo.
-Si.-Respondí a secas y sin dar posibilidad a continuar la conversación.
-Qué bueno. Mira, ya hemos llegado.-Concluía papá señalando nuestra cabaña.
Papá estacionó el carro y bajamos nuestro equipaje. A pesar de que parecía un poco vieja megustaba como olía esa cabaña, para estar abandonada casi todo el año siempre que llegábamos se llenaba de una sensación acogedora, como la sensación que da un buen recuerdo antes de dormir. A pesar de que no lo demostraba realmente me gustaba mucho venir aquí a pasar unos cuantos días, me reconfortaba mucho.
-Bueno ya está todo en su lugar, preparare la comida-Dijo sonriente mi padre.- ¿Hay algoen especial que quieras comer?
-No- dije forma cortante y limitándome a agregar-voy a caminar.
-D-de acuerdo, pero con cuidado, no es bueno que una muchachita de 13 años ande sola por el bosque y recaer...-Eso fue lo último que escuche porque salí de la casa aventando la puerta.
Comencé a adentrarme en el bosque, aunque tenía una apariencia un tanto sombría a mí me resultaba muydivertido caminar y dar vuelta por los alrededores, después de todo conocía muy bien todo el lugar. Cuando me canse decidí ir a un pequeño riachuelo que se formaba cerca de donde estaba, el agua que corría por él era pura y fresca además que tenía muchas piedras de colores que me gustaba observar. En cuanto llegue lo primero que hice fue quitarme mis zapatos y mis calcetas acomodándolos a un lado de mí,recogí mi vestido para que no se mojara, metí mis pies al agua y tome asiento en la orilla, me dedique a contemplar las piedras durante un largo un rato hasta que uno de mis zapatos cayó al agua.
-¡Rayos!-Grite enojada mientras me ponía de pie.
La corriente no era muy fuerte así que no tuve trabajo en alcanzar mi zapato. Mientras le vaciaba el agua y alguna que otra piedra que se habíanatascado dentro, note que algo brillaba en el fondo del rio, no distinguía bien que era porque estaba enterrado entre tierra y algunas piedras, aunque al principio dudaba en si desenterrar lo que había abajo porque cabía la posibilidad que no fuera más que algún vidrio roto. Terminé escarbando un poco para calmar mi curiosidad.
-Esto parece... ¿Un asa?- Esto hizo que mi curiosidad aumentara....
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