cuento
Pasado un largo tiempo, alcanzó a divisar astas con mantas que tenían imágenes extrañas en colores rojo, amarillos, etc. Ella no comprendía que era lo que pasaba, de dóndehabían salido esas cosas y por qué de pronto salieron del inmenso mar. En eso, vio a un grupo de hombres: unos vestidos con demasiada ropa, cubriendo sus cabezas y pies; y otros con aspecto desagradabley sin demasiada ropa. Los hombres se sentaron a la orilla de la playa y se comenzaron a conversar. Itzayana no comprendía nada de lo que decían, solo veía sus rostros y lo extraños que le parecían.Cuando por fin esos hombres extraños se habían quedado dormidos, Itzayana bajó del árbol rápidamente y se dirijió a lo profundo de la selva. Corrió y corrió hasta que chocó con Ehécatl, un jovenguerrero que desde hace mucho tiempo cortejaba a Itzayana con la esperanza de ser aceptado por su padre y convertirse en su esposo. Como era costumbre, Ehécatl había salido al bosque en busca de lasflores más hermosas para su amada; cuando Itzayana lo vio se abalanzó hacia él con un afectuoso abrazo diciéndole: ¡No sabes el regocijo que me provoca encontrarte en este momento! Ehécatl, emocionado,...
Regístrate para leer el documento completo.