Cuento

ÉL MISMO ÉL MISMO

Chuchito se despertó con una tristeza que le invadía hasta los huesos, no tenía la menor intención de ver la luz del día, ni siquiera de moverse. Ese día era domingo y había terminado el invierno,
su mamá le insinuó que en el Parque Nacional vendería todas las frunas que le habían quedado del día anterior.

Era un día de esos en que no vendería nada, porque sus palabrasno convencerían, a pesar de que hacía muchos días trabajaba en esto y había tenido que retirarse de la escuela para ayudar a su mamá en el sostenimiento de sus tres hermanos con quienes vivían en su casa de cartón, plástico y tela asfáltica en Ciudad Bolívar.
La melancolía controlada por su bilis oscura, lo levanto de mal humor, pensaba que lo perseguían las brujas, y sentía algo como unapresencia demoniaca.

Chuchito sentía seco su vientre después de una noche de sueños tenebrosos, le zumbaba el oído izquierdo y cuando fue al sanitario el orín presentaba aspecto salitroso.

Se sentó a la mesa donde su mama le sirvió el consabido desayuno de aguapanela revuelta con residuos de papel periódico, apoyó su mentón en la mano derecha en actitud pensativa y demoro en levantarse más quenunca.

Ese día, hubiese preferido aspirar pegante para viajar a Saturno a encontrarse con su padre, sin saber ni siquiera que ese era el planeta de las energías oscuras, el planeta de los melancólicos.

En el camino se encontró con habitantes de la calle que requerían de su medicina, el Fúa, Zurungo o Bazuco, que compran bicha a bicha con las limosnas recogidas en su condición de mendigosandrajosos y consumen con presteza para calmar el ansia o malestar de seguir viviendo por algún tiempo, mientras les llega el día no lejano de alcanzar la vida eterna.

El niño Jesús llego al Parque Nacional, después de caminar por una hora y cuarenta y cinco minutos, se sentó en una banca y de inmediato quedo dormido con el paquete de frunas atrapado en sus brazos en forma de X.

En ese instanteaparece Luis Alfredo Garavito, tal vez pariente del Capitán Julio Garavito, participante activo de la masacre de las Bananeras, en donde murieron más de tres mil obreros colombianos el 6 de diciembre de 1928, en Ciénaga – Magdalena, a manos del ejercito Colombiano defensor de los intereses de la compañía norteamericana United Fruit Company, quien había salido muy temprano a conseguir un efeboencargado por Monseñor. Como este les decía a las personas que en Ciudad Bolívar todos conocían como niños.

Se le acercó sigilosamente, lo acarició con sus ojos y sus manos en la cabeza y en la mejilla. De inmediato el niño despertó asustado. El hombre le dijo: - No te asustes, que yo vengo a cuidarte y a ayudarte - .

¿Te gustarían las monas de futbol? Yo tengo muchas en la casa, mira la copa delmundial te la regalo, vamos a mi casa, allá duermes y podrás escoger las láminas que quieras -.

El niño se revuelve asustado: - ¡No, no! Yo debo vender las frunas para llevarle la plata a mi mamá. –Garavito, se presura a decirle: - Toma estos dos mil pesos, yo te compro todas las frunas para que tu mamá no te castigue. –

Engañado con las monas que tenía en sus manos y los dos mil pesos, elniño acepta ir, Garavito, al verse solo con el niño en el gran parque solitario le coloca un pañuelo impregnado en una sustancia que lo duerme y apresurado toma un taxi, diciéndole al taxista que lo lleve al palacio Episcopal pues su hijo se encuentra enfermo y allí el obispo le colaborará.

Monseñor los recibe, Los hace seguir por una puerta secreta a un sótano lleno de cajas y muebles viejos,en el suelo una colchoneta arrinconada y varias cobijas de color indefinido.

Enseguida Monseñor y Garavito desvisten apresuradamente al niño; el alto jerarca se saborea y dice: - Me gusta, tiene rubia cabellera, nalguitas rosaditas, no lo han maltratado, puro boccato di cardinali.

´Retírate- Le ordena a Garavito, toma los doscientos mil pesos que te corresponden, luego te llamaré-.

El...