cuento

Nombre marca destino, y Constanza le hacía honor a su nombre, una mujer fiel y constante. Características que a sus 70 años y con gran dolor en el corazón se daba cuenta que si bien eran virtudes valoradas por la sociedad, para ella habían sido su perdición, la pérdida de ella misma.
Ella parada frente al ataúd de Bernardino, que como su nómbrelo indicaba, siempre fue fuerte como un oso, rodeadode gardenias y de ese olor tan particular que tienen y que a Constanza le había llegado a desagradar de tenerlas tan presentes en su vida, desde que se conocieron ya hace 50 años, No hubo un solo día en el que Bernardino no le regalara una flor para hacerla sentir especial como él le decía, y con lo cual ella siempre acaba sintiéndose comprometida moralmente con él.
Presentados por la primaJimena (la que escucha) que constantemente escuchaba a Constanza en sus problemas amorosos o bueno la ausencia de los mismos, con los que la gente normal lidiaba, de acuerdo a Constanza, ya que a sus 20 años no había tenido un solo novio. Siendo sinceros no era por fealdad o falta de virtudes que no tuviese a alguien, porque Constanza era “un estuche de monerías”; más bien era la fama de su madre DoñaDolores (nombre que no necesita explicación) y que de verdad era un verdadero dolor, era autoritaria con su familia y con los ajenos, y en consecuencia nada estaba bien hecho si no era como ella decía, no había pretendientes que aguantaran, acababan corriendo despavoridos aquellos pocos valientes que se animaban a pesar de los rumores, era un caso serio Doña Dolores.
Jimena harta de tanto escuchara Constanza y harta por la misma historia de siempre, (porque aunque fuese su papel de acuerdo a su nombre, no significaba que le agradara los relatos interminables de su prima) decidió poner solución a esto presentándole a Constanza alguien que sin duda Doña Doloress aprobaría, Bernardino de buena familia con tradiciones respetables, doctor de profesión, responsable y agradable a la vista, queseguía soltero a sus 30 años por sus altos estándares, como el mismo decía. Quería una mujercita hecha y derecha con poca historia amorosa y de buena familia.
Jimena los presento en su cena de compromiso, eran pocos invitados y todos sabían de la presentación entre Constanza y Bernardino, los invitados estaban más centrados en los posibles tortolos que en la pareja comprometida. ¿Segustarían?¿funcionaria este emparejamiento? ¿Se casarían? ¿Cómo se vería de novia? ¿Cuántos hijos tendrían? ¿Será que se divorciarían de manera tempestuosa? Fantasías que el común de la gente interesada en la vida de los demás, más que en la propia, normalmente conjeturan.
Mientras tanto, cuando se vieron Constanza y Bernardino se les congelo el aire y se les hizo difícil poder respirar, tanto habían oídohablar uno del otro y eran tan cercanos a lo que cada quien buscaba, que de verdad ambos estaban entusiasmados, ambos creían que por fin habían encontrado a ese ser especial del que los cuentos de hadas hablan. A él ella le pareció una mujer muy dulce, inmediatamente le vino a la mente la imagen y olor de una gardenia, si ella era como una gardenia, pequeña, delicada, elegante y en perfecta blancura.A ella él le producía una extraña remembranza, a un paraíso tropical en el que ella había estado a sus quince años, en el podías encontrar gran abundancia, era cálido y relajante, no se tenía que preocupar por nada ni por nadie, estando ahí todo era más hermoso y vibrante, lo podía contemplar horas de tan agradable que era, así se sentía ella en compañía de ese hombre.
La presentación fue unéxito, salieron unos cuantos meses y le pidió matrimonio de manera tradicional y como debía de ser, de acuerdo a Doña Dolores. El día de la boda bien se hubiera podido cambiar el nombre de Doña Dolores a Doña Alegría todo era como ella esperaba y más. Encaje blanco, esmoquin negro, orquesta, invitados, gran banquete, los chismosos y gorrones habituales, y los novios muy enamorados. Enamorados y...