Cuento
Juan M. Batalla
201-20-7503
Imagen: 3
Persona: Primera
Y entonces, decidí regresar a la cabaña del bosque, donde había olvidado las llaves delauto. Durante el camino de regreso se hacía tarde y comenzaba a oscurecer, que luego de un buen tramo, ya no veía más allá de la distancia de mismanos. Utilicé la luz del celular para alumbrar el camino hasta llegar a la cabaña. Encontré las llaves y procedí a regresar al auto de prisa. Latemperatura comenzaba a disminuir y los gemidos lejanos de los animales se volvían parte del fondo de la escena. La luna brillaba más intensa yfacilitaba levemente la vista.
Aunque, hubiese preferido continuar con las gríngolas de la poca luz que emitía el celular en mi regreso al auto, continuécaminando rodeado de las sombras y las siluetas que se reflejaban con la iluminación de la luna y las figuras que seguían apareciendo en el camino.Aceleré la velocidad de mis pasos hasta encontrarme con lo que parecía una pared, una neblina, en nada parecida a lo que había visto antes entantos años visitando la cabaña. Mientras pensaba y comparaba esto me fijé en un brazo; se encontraba en el suelo, lleno de sangre, parecía fresca, y elflujo de la misma salía por el corte. Me rodeó un silencio total y mi cuerpo entró en estado inmóvil; fue en este preciso momento, de silencio, deinmovilidad, que la sensación fría después de un sangrado se manifestó. Fue en este preciso momento en el que sentí la ausencia de mi brazo.
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