cuentoooo

Camille de negro
Sonó la campana, el reloj marcaba exactamente las 8 de la noche y Dalibor dejó su libro entreabierto con el típico lápiz verde en él.
El colegio se notaba vacuo… y sentí una brisa detrás de mí.
Guardé mis pertenencias y me despedí de los pocos que estaban en la solitaria sala.
Caminé hacia la alameda con pasos austeros, que hacían entumecerme. Había pasado ya los trofeos, ylos cuadros de honor y estaba a punto de cruzar aquella puerta que me protegía por completo. La calle paralela era un lugar solitario y más a esas alturas de la noche. La neblina impedía mi visión y cada vez se me hacía más difícil distinguir el camino.
Vivía relativamente cerca, pero tenía miedo, sentía miedo de llegar aquel lugar, que algunos llaman “Hogar”.
Nos mudamos hace 2 meses y no hedejado de escuchar ruidos, mis padres son ausentes y mi única compañía es el crepúsculo de la noche.
Mi gato Simón maullaba por todo el hogar, lo calmaba pero no dejaba de mirar de arriba hacia abajo, como si él viera una silueta. Sentía frío asique baje con cuidado por los peldaños, que sin duda para aumentar el terror en mi rechinaban en cada momento. En eso escuché un grito.
Fue una descarga,algo inimaginable, quizá paranormal, pero algo ocurría allá afuera y estaba seguro que ese algo se relacionaba conmigo. El desasosiego me invadía.
En eso escucho “Camille”, sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo y no podía mover ningún musculo, estaba paralizada y no sabía que ocurría.
Decidí ir a mi habitación y dormir, todo podía ser producto de mi imaginación, una simple fantasía. Soñé conun hombre de negro que me vigilaba, era alto, flaco y varonil. Algo quería de mí, pero no reaccionaba, su vista congelaba lo más profundo de mi ser, pero sentí miedo, horror y espanto, todo gracias a su mirada.
Hice lo típico de cada día, y nuevamente tenía que volver al lugar más tenebroso que había estado en mi vida, y que , para muchos es el lugar donde se sienten más seguros…
La puertachilló como todos los días y nada era fuera de lo normal, hasta que sentí ese frío que hacía entumecerme, ese frío que recorría mi cuerpo por completo y no sabía lo que ocurría. Fui hacía la cocina y ahí estaba parado frente a mí, aquel personaje de negro que me perseguía en mis sueños más profundos, alto y varonil, con un aspecto tenebroso que provocaba aquel escalofrío. Me miraba fijamente, no sabíalo que quería de mí, no sabía lo que buscaba, pero tenía que salir pronto, pronto de allí si quería seguir con vida…
Salí de la casa lo más rápido que pude, para mi suerte la calle Brasil estaba llena y corrí hasta un callejón, corrí hasta no poder más, sentí la adrenalina en mi cuerpo como una aguja punzando cada parte de mi piel, pero mi vida se estaba yendo fugazmente delante de mis ojos, yno podía, no podía dejarla inconclusa, era muy joven y tenía mucho por delante.
“Ángel de mi guardia…” repetía a cada rato mientras seguía corriendo, me di vuelta y no distinguía a aquel hombre de negro que me esperaba en cada sueño y que ahora estaba allí por mí y por mi alma.
Llegue al callejón más cercano y no había nadie allí, sentí seguridad absoluta a pesar del frío que sentía y de la lunallena que invadía la ciudad por completo, pero no me detuve, seguí corriendo y en eso choqué con un hombre mayor, de blanco entero esta vez, sentí un alivio y una esperanza de vida, algo hermoso quizás, quería estar con él siempre, toda mi vida, pero algo ocurrió.
Me quedé allí quieta abrazándolo, sin vacilar ni un momento. Pero de repente sentí una corriente de aire y mis brazos volvían a laposición inicial, quieta, débil e indefensa contra aquel hombre que venía detrás de mí y quería mi alma.
Volví a sentir la misma sensación horrorosa cuando aquel espantoso hombre se acercaba a mí. El pavor sobrepasaba mis límites, empezaba a sudar y todo volvía a volverse más oscuro de lo que esperaba. No sabía porque había desaparecido aquel hombre de blanco y que quería de mí, sólo sé que...