Cuentos cl sicos juveniles

Páginas: 49 (12044 palabras) Publicado: 7 de septiembre de 2015
Cuentos Clásicos
Juveniles
Conrado Zuluaga

¿Acaso no vemos cada día ataúdes
en este viejo y caducante mundo?
DERZHAVIN

El empresario de pompas fúnebres
Alexander Pushkin

Los últimos

bártulos de Adrián Projorov, empresario
de pompas fúnebres, fueron arrojados en la carreta
mortuoria y la pareja de flacos caballos arrastróse por
cuarta vez desde la calle Basmannaia hasta la
Nikitskaia, dondesu dueño se mudaba a vivir. Des
pués de cerrar el taller, clavó en la puerta un anuncio
haciendo saber que la casa se vendía o se alquilaba.
Acto seguido, Adrián se encaminó a pie a su nueva
residencia. Al acercarse a la casita amarilla que durante tanto tiempo sedujo su fantasía y que, finalmente,
había adquirido por una suma considerable, el viejo
empresario de pompas fúnebres dióse cuenta, nosin
asombro, de que su corazón no experimentaba alegría alguna. Cuando traspasó el desconocido umbral
y vio el desbarajuste que había en su nueva vivienda,
suspiró recordando la destartalada choza en la que
durante dieciocho años había reinado el más estricto
orden. Regañó a sus hijas y a la asistenta por su lentitud y dispúsose a ayudarlas. Pronto establecieron el
orden; la hornacina con losiconos, el armario de la
vajilla, la mesa, el diván y las camas ocuparon los lugares designados en la parte posterior de la casa; en la

Entre los muertos elevose un murmullo de indignación: todos salieron en defensa de la
dignidad de su camarada, llenaron de immproperios y amenazas a Adrián y él, desdichado,
aturdido y aplanado por sus gritos, perdió su presencia de ánimo y se desplomó sinsentido
sobre los huesos del sargento de la Guardia retirado.
Hacía largo rato que el sol alumbraba el lecho en el que reposaba el empresario de pompas
fúnebres. Por fin abrió los ñojos y vio ante sí a la sirvienta que avisaba el samovar. Adrián
recordó con horror los sucesos de la víspera: por su imaginacilón desfilaron Trujina, el
brigadier y el sargento Kurilkin, y esperó en silencio a que lasirvientaa empezara la
conversación y le enterara de las consecuencias de sus aventuras nocturnas.
-¿Qué tal has dormido, Adrián Projorovich? -le preguntó, agregándole la bata y añadió-: Ha
venidoel sastre y tambiéon nuestro vecino el panadero para coomunicarte que hoy es el día
de su santo, pero como seguías durmiendo no hemos querido despertarte.
-¿Ha venido alguien de parte de la difunta Trujina?-¿De la difunta? ¿Es que se ha muerto?
-¡Serás tontaa! ¿Pues no fuiste tú la que ayer por la tarde me ayudó a preparar el entierro?
-¿Qué dices, padrecito? ¿Has perdido el juicio o te dura aún la borrachera de anoche?
¿Qué entierro hubo ayer? Todo el día anduviste de juerga en la casa del alemán, regresaste
embriagado, caíste en la cama y has estado durmiendo hasta ahora, y ya hace rato que
tocaron amisa.
-¿De veras? -respondió, regocijado, Projorov.
-Seguro que sí- afirmó la criada.
-Bien, pues entonces sírveme cuanto antess el té y llama a mis hijas.

Un árbol de Noel y una boda
Fiodor Dostoyevski
Hace un par de días asistí yo a una boda... Pero no... Antes he de contarles algo relativo
a una fiesta de Navidad. Una boda es, ya de por sí, cosa linda, y aquella de marras me
gustó mucho...Pero el otro acontecimiento me impresionó más todavía. Al asistir a
aquella boda, hube de acordarme de la fiesta de Navidad. Pero voy a contarles lo que allí
sucedió.
Hará unos cinco años, cierto día entre Navidad y Año Nuevo, recibí una invitación para
un baile infantil que había de celebrarse en casa de una respetable familia amiga mía. El
dueño de la casa era un personaje influyente que estabamuy bien relacionado; tenía un
gran círculo de amistades, desempeñaba un gran papel en sociedad y solía urdir todos
los enredos posibles; de suerte que podía suponerse, desde luego, que aquel baile de
niños sólo era un pretexto para que las personas mayores, especialmente los señores
papás, pudieran reunirse de un modo completamente inocente en mayor número que de
costumbre y aprovechar aquella...
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