cuentos clasicos

Páginas: 11 (2725 palabras) Publicado: 3 de abril de 2013
La mujer del pescador
(Grimm)

Cierta vez, hubo un pescador que vivía con su esposa en una cabaña, cerca de la orilla del mar. Una mañana sacó un pez muy grande que, ante la sombra del pescador, le hablo de esta manera:

-Perdóname la vida, te lo ruego. No soy un pez de verdad, sino un príncipe encantado. Devuélveme al agua, por favor.

-De acuerdo-contestó el pescador-. Te perdono lavida.

Cuando el pescador regresó a su cabaña, contó lo sucedido a su mujer.

-¿No le pediste nada?-preguntó.

-No-respondió el marido-;¿Qué le iba a pedir?

-¡Oh!- dijo la mujer, muy enfadada-. Vivimos en la mayor miseria y no se te ocurre pedirle nada. Vuelve y dile a ese pez que deseamos una casita de campo.

El pescador volvió a la orilla del mar y empezó a llamar al pez.

-¿Quédeseas?- le dijo éste asomando la cabeza a flor de agua.

-Mi mujer me ha dicho que debí pedirte alguna cosa antes de dejarte marchar. Ella quiere vivir en una casa de campo.







-Vuelve a tu casa-le contestó el pez- y la verás convertida en lo que deseas.

El pescador regresó a su casa y la encontró convertida en una granja muy bonita.

-¡Que felices seremos en ella! –Exclamó elpescador-. Durante algún tiempo todo fue bien. Pero un día, Alicia, la mujer del pescador, le dijo a su marido: - La granja está resultando pequeña. Vuelve al pez y dile que necesitamos un castillo.

El pescador un poco disgustado, se fue a la orilla del mar y volvió a llamar al pez.

-¿Qué quieres ahora? – preguntó el pez encantado.

- Mi mujer quiere vivir en un castillo- contestó el pescador.-Vuelve a tu hogar y lo encontrarás tal como deseas.

En efecto, cuando el pescador regresó a su casa, vió que ésta se había convertido en un castillo. Pero Alicia no estaba satisfecha todavía y, al día siguiente, dijo a su marido:

-Vuelve y dile al pez que queremos ser los reyes de estas tierras.













-Pero mujer – dijo el pescador-, ¿para qué quieres que seamoslos reyes? ¿No vivimos felices así?

-¡Yo quiero ser reina! – insistió Alicia.

El pescador cumplió el encargo de su ambiciosa esposa y el pez volvió a concederle lo solicitado.

-Bueno mujer, ya eres reina – dijo el pescador al volver al castillo.

-Sí, - respondió Alicia con tristeza-, pero ¿por qué conformarse con ser reina cuando podría ser la señora del Sol y de la Luna?

-No puedopedirle eso al pez, esposa mía.

-¡Claro que puedes! – Contestó Alicia-. ¿Olvidas que soy reina y que, por lo tanto, tú eres mi sirviente? Vuelve a ver al pez y pídele lo que te he dicho.

El pescador volvió a la orilla del mar y empezó a llamar al pez. Pero como había estallado una tempestad, el rugido de las olas y el ulular del viento apagaron los gritos del pescador.

-¿Dónde estás pezencantado?- gritaba.














Por fin, viendo que el pez no acudía a su llamada, se echó de cabeza al agua para ir a buscarle al fondo del mar.

-¿Sabes dónde está el pez encantado?- preguntó el pescador a unas sirenas que estaban haciendo collares de perlas.

-Yo te guiaré hasta él – le dijo un pequeño pulpo al pescador.

-¿Qué quieres ahora? – preguntó el pez cuando elpescador, guiado por el pulpo, llegó a su presencia.

-Yo no quiero nada – le respondió el pescador-. Pero mi esposa desea ser la dueña y señora del Sol y la Luna.

-Vuelve a tu casa – le respondió el pez muy enfadado-. En castigo por haberte atrevido a pedirme hasta el Sol y la Luna, volverás a vivir en tu antigua cabaña.

-¡Oh! – Lloró Alicia-. Volvemos a ser pobres como antes.

-Sí,esposa mía – respondió el pescador-. Eso te enseñará que no hay cosa peor que la ambición.

El pescador volvió a su antiguo oficio. Pero como el pez encantado ya nunca más asomó la cabeza, Alicia y su esposo continuaron viviendo en su pobre cabaña, felices, porque se resignaron con su suerte, y contentos porque Dios les dio hijos y no les faltó trabajo.










La princesa y el...
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