cuentos cochinos
(Gustavo Adolfo Batres Espinoza)
La silueta desnuda de la Ingris, estaba buenísima.
La cortina de la regadera daba al callejón frente a la casa del tío bolo.
Todas las tardes después del cole, era una cita infaltable…
Parecíamos chuchos en brama admirando la luna nueva…
La Ingris se había puesto buenísima de hace poco para acá…
Si todavía me acuerdo cuando estudiamosprimaria y le decíamos de apodo la chirivisco, pero no más se llegó a segundo básico, la Ingris se pego una su buena estirada por todas partes.
Todos la piropeaban, los patojos de la colonia, los albañiles, los del periódico, los más grandes del colegio, el señor de la tienda, y hasta algunos viejitos se deleitaban mirándola pasar, luciendo esas minifaldas bien sugestivas y esas blusasrequeteescotadas que le gustaban mucho.
Nosotros, los de la foto, éramos muy renacuajos para....caerle a la Ingris, nos conformábamos con ver su silueta mientras se bañaba.
Ya sumaban más de quinientas bañadas a las que asistíamos sin falta.
Había que llegar temprano para cachar buen lugar. Uno de los sitios mejor ubicados para apreciar mejor el espectáculo, era la copa de un guayabo que quedabafrente a la ventana, al otro lado de la cerca de la casa.
Pero aunque parezca raro, la Ingris era mi amiga, bueno también mi amor platónico. Muchas veces nos juntamos a repasar tareas, salíamos a pasear, íbamos a la playa, al parque del malecón, a los bailes del colegio, a la piscina, muchas veces me quedé a dormir en su casa y nos desvelábamos viendo películas de miedo… al menos ella lasmiraba… porque yo pasaba toda la noche mirándola a ella. Recuerdo lo incómodo que me sentía que cuando nos miraban caminar juntos por la calle todos gritaban “adiós cuñado…”, “adiós cuñado..” Ella solamente sonreía y saludaba como si todo aquello fuera normal.
Realmente era un mujerón… como 1.60 de estatura, caderas muy bien diseñadas, piernas largas y hermosas, tez morena clara, ojos degata…. Claros y grandes, pelo semi rizado alisado, labios provocativamente gruesos, bustos esculturales y manos suavemente delicadas.
La gata, como la llamaban, se había metido en mi mente de niño y no me dejaba dormir. Todas las noches me desvelaba pensando sobre como sería pasar el resto de mi vida al lado de la gata, como serían sus besos, sus caricias, sus pechos hermosos que solo habíapodido disfrutar con mis ojos en una silueta proyectada por una cortina de baño, sus abrazos… su cuerpo completo unificándose con el mío en un enredo de pasión desenfrenada. La gata alborotaba todo mi cuerpo y mis ideas ¿sabría ella lo que causaba en mi?, ¿sabría ella que yo la he amado desde siempre?.
Todos los días me esperaba para ir al colegio frente a mi casa, pero este día no… algo habrápasado… quizá se enfermó… ojalá que no esté tan mal… voy a su casa a preguntar antes de irme?... Quizá quieran mandar un permiso y yo lo pueda llevar… no se… si ir a su casa a preguntar o no… ¡ya es tarde!... ¡casi son las 12:30 y entramos a la 13:00! ¡van a serrar el portón! Voy a pasar a preguntar y me voy volado en mi cicle… ojalá llegue a tiempo al colegio…
---buenas tardes…. ¡buenastardes!....
---buenas… si…
---disculpe… está ingris…
--- ¡a!... Hola germancito… fijate que la nena ya se fue a la escuela… ¿no te pasó llamando?
---…no… de plano se le olvidó… ya me… ya me voy….
--- si apurate porque te van a dejar a fuera….
Salí de esa casa con una sensación extraña que hasta hoy no comprendo… como si hubiera presentido algo terrible… iva por la calle como ido… comodormido… pensando en que pasó con la gata… que pasó con la gata… en esas que medio reacciono y me doy cuenta que dejé mi bicicleta tirada en la banqueta de su casa y que a pié nunca iba a llegar a tiempo… ya solo faltaban 15 minutos para la una y corrí de regreso a buscar mi cicle… pensando ojalá la encuentre… y por suerte aún esta allí… no se la habían robado. Ese día el sol quemaba como nunca...
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